Han tardado doce años en rodarla. Boyhood llega este viernes a los cines y es una de las favoritas para los Oscar.
Una cinta épica, pero no de esas trufadas de explosiones, densas historias y barrocos efectos especiales. La grandeza de Boyhood reside en las cosas pequeñas de la propia vida que fluye en la pantalla. La de un niño, desde los 6 a los 18 años. Richard Linklater, director aficionado a jugar con el tiempo en sus guiones, llamó a los actores y les preguntó: ¿qué váis a hacer en los próximos 12 años?
Una vez que nos comprometimos no fue difícil, solo requería paciencia, admitir que el proceso iba a durar mucho tiempo. había que disfrutar del trabajo y hacer cada cosa en su momento, como en la vida, vivir el día a día. Ellar Coltrane es el protagonista de una cinta cuyo rodaje se llevó casi en familia, donde todos envejecieron juntos y compartieron experiencias.
Me identifico mucho con mi personaje, sobre todo en ciertas situaciones y dinámicas sociales. No incluimos cosas que me hubieran pasado expresamente. Richard me indicaba lo que le ocurría al personaje y lo comparábamos con mi propia vida, usábamos mi experiencia.
Cenas, viajes familiares, aulas escolares y otros eventos más o menos rutinarios han servido para demostrar que, en el cine, todavía quedan caminos por explorar.