Barenboim llenó la Plaza Mayor con la la música de Beethoven

  • Barenboim y la WEDO incitan a "repensar" un mundo de violencia inexplicable

El pianista y director Daniel Barenboim y la West-Eastern Divan Orchestra (WEDO) iluminaron anoche el cielo de la Plaza Mayor con la dignidad y libertad de la música de Beethoven.

Las 3.500 sillas dispuestas para este concierto de los Veranos de la Villa estaban ocupadas poco después de abrirse el acceso, a las 19:30 horas, y quienes no han tenido suerte se han congregado en los alrededores, sin que la lluvia y el viento, que ha dispersado varias partituras, desanimara a nadie.

Barenboim quiso corresponder a la veneración de los espectadores, entre los que estaban el Nobel Mario Vargas Llosa y varios embajadores, como el de Estados Unidos, no sólo con una apasionada dirección sino con un bis poco usual en este tipo de conciertos: el Addagieto de la Quinta de Mahler.

Si el año pasado fueron la Sexta y la Séptima de Beethoven, este año la pieza de resistencia ha sido la Quinta, además del Adagio de la Décima de Mahler, el único fragmento que el compositor dejó terminado de esa obra antes de su muerte, el 18 de mayo de 1911.

Los 104 músicos de la orquesta, de ellos 37 israelíes, 41 árabes, 22 españoles -13 andaluces- y 4 de otras nacionalidades, se han entregado desde las 22:00 horas a la vehemencia con la que el pianista y director les guía desde que la fundara, junto al escritor Edward Said, en 1999.

Para Barenboim es "muy importante" haber llegado en estos doce años de vida a un nivel tal que les permitirá grabar, a finales de este mes, el ciclo completo de sinfonías de Beethoven. "Estoy muy contento porque en la Historia nunca se ha planificado un proyecto como este. Cuando vuelven cada once meses a Pilas, todos y cada uno de ellos han mejorado un 25 ó un 30%. Nunca me hubiera imaginado llegar aquí", ha señalado a la prensa.

Madrid le ha acogido esta noche con la familiaridad que, dice, lejos de ser aburrida le crea nuevas expectativas, a él y a la orquesta, "encantados de tocar" en la Plaza Mayor, "a la que sólo le falta el techo" para que la acústica sea soberbia.

Barenboim, nacido en Buenos Aires en 1942 en el seno de una familia judía de origen ruso y con nacionalidad argentina, española e israelí, se "estrenó" en la Plaza Mayor de Madrid en 2004, con la Tercera de Beethoven, y la Staatskapelle, la orquesta con la que repitió al año siguiente para hacer la Novena, la pieza con la que debutaría en 2006 la WEDO en ese espacio.

La orquesta, en la que hay músicos de muchos niveles de experiencia, desde un miembro de la Filarmónica de Berlín hasta gente que está estudiando, viajará en su tour de verano por primera vez a Asia, con conciertos en Pekín, Shanghai, Seúl y en la franja de seguridad entre el Norte y el Sur de Corea.

El tour de la orquesta, que comenzó el pasado día 30 en Ronda y ha pasado por Sevilla antes de recalar en Madrid, tendrá una segunda parte que les llevará a los festivales de Lucerna y Salzburgo y luego al mítico Waldbühne de Berlín.

A finales de agosto grabarán el ciclo completo de las sinfonías de Beethoven en Colonia, que Decca editará en la primavera de 2012.

REPENSAR DESDE CERO

Daniel Barenboim invitaba en un encuentro previo con periodistas a "repensar desde cero" porque ya nada es, "ni será", como era.

La violencia "inexplicable" de un atentado como el de Oslo, pone de manifiesto que no se puede "seguir pensando como antes", porque si bien hay cosas "extraordinariamente positivas" como la "Primavera árabe", al mismo tiempo hay quienes sienten "una gran satisfacción en matar tanta gente".

"Vivimos tiempos históricamente muy importantes, en los que vemos a pueblos enteros que no aceptan algo que le hace daño y una catástrofe nuclear como la de Japón. La vida hoy es especial", ha asegurado.