Barcos para soñar en el Museo Naval

  • Las joyas de juguete de la casa Märklin

El Museo Naval nos propone un recorrido por el mundo del barco desde una curiosa óptica... la de los juguetes. Lo hace con una exposición que reúne barcos, construidos a principios del siglo 20 para los niños de la alta sociedad de la época.

El Museo Naval exhibe al público, y por primera vez en España, una colección de barcos construidos entre 1895 y 1914 por la casa Märklin, la compañía alemana que en los comienzos del siglo XX convirtió el juguete en una auténtica obra de arte dirigida a la diversión de los niños de la alta sociedad de la época.

Por sus cuidados diseños y su perfección técnica, Märklin está considerado el juguetero más importante de la historia, informa el Museo. La exposición, inaugurada oficialmente este jueves por la princesa Ana de Francia, permanecerá abierta hasta el próximo 13 de mayo.

"Es fácil imaginar la fascinación que unos barcos tan extraordinarios provocarían en los niños de principios de siglo. Pero estoy seguro de que hoy, en pleno desarrollo del ocio digital, de las consolas de videojuegos y de las pantallas táctiles, estos reproducciones de lata siguen triunfando y causando la misma admiración que hace cien años", ha explicado el director del Museo Naval, el almirante José Antonio González Carrión.

DESDE YATES A BARCOS DE GUERRA

Patrocinada por la Fundación Museo Naval, la muestra presenta nueve piezas de excepcional calidad procedentes de la colección particular del francés Gilles Hervé Schneegans: un yate de recreo, dos barcos de ruedas, dos buques de guerra, un torpedero, dos transatlánticos y una pequeña embarcación de pasajeros.

Todos ellos encontraron su inspiración en barcos de la época, representados también en la exposición con la ayuda de modelos y cuadros de los museos navales de la Armada. "Hasta Madrid han viajado para esta ocasión los modelos del transatlántico Colón y del yate real Giralda, que permiten ver cómo Märklin reinterpretaba la realidad y la plasmaba en sus barcos de una forma mágica y sugerente", destacó el director del museo.

La exposición se completa con medio centenar de miniaturas y otros juguetes pertenecientes a Gilles Hervé, como un zepelín, varios coches y un tren militar. La técnica de fabricación se basaba en la unión de diversos elementos de lata mediante soldadura de estaño y un acabado de pintura elaborada a partir de pigmentos naturales con aceite y secativos.

La exposición traza un peculiar recorrido por la historia de la construcción naval de principios de siglo y pretende reivindicar la importancia de valorar la arqueología industrial y de integrar el objeto manufacturado en las colecciones de los museos.

El Museo Naval forma parte desde 2011 de la ruta de la Arqueología Industrial en Madrid, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento, que agrupa a los museos de la capital vinculados al mundo del transporte, la ciencia y la técnica.