El Wacken Open Air (W:O:A), el mayor festival mundial de heavy metal, arranca hoy en el norte de Alemania apelando a su leyenda, con más de un centenar de bandas y unos 75.000 visitantes, pero sin renunciar a las últimas novedades y comodidades.
La vigésimo novena cita del heavy mundial en Wacken, un pueblo de apenas 1.800 habitantes, recurre a grandes clásicos del género y habituales de su cartel para ofrecer a los asistentes lo que buscan con bandas como Clawfinger, Sepultura, Bonfire, Nightwish o In Extremo, aunque se percibe un nivel ligeramente inferior al de la última edición.
Pero a la vez estrena piscina y una función de seguridad en su aplicación para móviles, mientras anuncia talleres de cocina impartidos por algunas de sus estrellas musicales, promete comida sin gluten en su restaurante para la resaca e incluye, por primera vez, una intérprete del lenguaje de los signos en algunos de sus conciertos.
La organización repite asimismo su oferta de retransmitir en directo a través de internet algunos de los conciertos e intensifica sus esfuerzos para reducir la huella ecológica del acontecimiento.
Tras la apertura oficiosa de ayer a cargo, como es tradicional, de la banda de bomberos voluntarios de Wacken, esta tarde empezarán los conciertos en los cinco escenarios simultáneos del festival, que llegarán a su punto culminante en las noches del viernes y el sábado.
Las instalaciones se abrieron no obstante el lunes, ya que a los visitantes con entrada se les permitía acampar durante toda la semana en los prados donde se celebran los conciertos, zona de pasto el resto del año.
El buen clima -con temperaturas inusualmente altas por encima de los 30 grados- de estos días ha favorecido que miles de aficionados al heavy adelantaran su llegada al festival, aunque han impedido continuar con la tradición de las guerras en el barro del W:O:A.
Unos 300 policías vigilarán el festival, pese a que la iniciativa destaca por la tranquilidad y la ausencia de grandes incidentes a pesar de la gran concentración de personas. "Los aficionados al heavy son realmente tranquilos", aseguró la portavoz de la Policía de Itzehoe, Merkel Neufeld.
Este festival se ha hecho un lugar en el circuito del heavy precisamente por su ambiente distendido y la complicidad que se establece en sus tres días de existencia entre la población lugareña y los amantes del género.
Wacken es una localidad de apenas 1.800 habitantes a 70 kilómetros de Hamburgo y 50 de la frontera con Dinamarca y durante el festival es posible ver a vecinos ofreciendo tartas caseras y café a los visitantes en la calle principal.