Salvador, madrileño de Estrecho, está en Pernambuco, en el nordeste de Brasil. Y no, no huyó hasta allí como Mortadelo y Filemón, sino que llegó para quedarse y llevar hasta allí un producto muy madrileño: el melón.
Y es que se dedica a la producción de melones, mangos y papayas, cuyo destino principal, precisamente, es Madrid.