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La Sierra de Madrid está a un paso de convertirse en Parque Nacional: el Parque nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama. Este ambicioso proyecto de la Comunidad de Madrid supondrá, con una extensión que abarca casi 22.000 hectáreas en la región madrileña y otras 11.000 hectáreas correspondientes a la Comunidad de Castilla y León, la creación del quinto mayor Parque Nacional de España. Asimismo, conllevará la máxima protección medioambiental de un entorno único. El parque estará literalmente blindado, si bien su fuerte protección se compaginará con la continuidad de los usos tradicionales y el desempeño de las actividades de los municipios (12 en la vertiente madrileña de la Sierra) a los afecta esta declaración de Parque Nacional. Un equipo de Treinta Minutos ha recorrido durante varias semanas la Sierra de Guadarrama, desde la Pedriza a Peñalara, desde Navacerrada a Morcuera; durante el final del invierno y el comienzo de la primavera las cámaras del programa han surcado sus cumbres nevadas, sus ríos, sus lagunas… han encontrado reservas de anfibios, de aves rapaces, de insectos únicos en el mundo, ha descubierto sus ecosistemas vegetales, su variedad floral… Y, por supuesto, Treinta Minutos ha convivido con las gentes de los pueblos que circundan las laderas de la Sierra: gentes que han nacido, crecido y admirado la cercanía de las montañas, buenos conocedores del tesoro que esconden estas montañas, y que ahora esperan como un bien muy preciado la futura declaración de Parque Nacional.

El Parque de nuestras Cumbres refleja cómo es el trabajo de los distintos responsables medioambientales que trabajan desde la Comunidad de Madrid para conseguir que la Sierra de Guadarrama sea un lugar único y , por fin, un Parque Nacional, pendiente únicamente de su tramitación en el Ministerio de Medio Ambiente: se han visitado los muladares de buitres negros e la zona de Balsaín, una especie cuyo número se ha duplicado en los últimos 10 años; además, el Hospital de Anfibios, ubicado en Rascafría, ha abierto sus puertas para mostrar cómo se están recuperando decenas de especies que hace tan sólo unos años estaban en peligro de extinción; o también, los criaderos de conejos, que repueblan la zona de esta especie con el fin de que las rapaces puedan alimentarse y reproducir su especie. El programa ha sido testigo del control que la Comunidad de Madrid hace del agua del Valle del Lozoya, cuya calidad la ha convertido acreditadamente como la mejor agua de España.

Las cámaras del programa han sido testigos de cómo trabaja en Peñalara el Equipo de Previsión de Aludes, dependiente de la Agencia Estatal de Meteorología, que, además, realiza constantes controles de la calidad del agua de la laguna, muy ricas en microorganismos indispensables para el equilibrio del ecosistema.

Ganaderos de cabras en San Mamés, de yeguas en Soto del Real y de vacas en la zona de Rascafría, explican cómo el futuro Parque Nacional respetará los usos tradicionales de crianza de estos ganados en sus respectivos municipios.

En Cercedilla, Treinta Minutos ha visitado el hotel rural “La Casona de Navalmedio”, un emplazamiento único que se verá beneficiado por la futura declaración de Parque Nacional, ya que la Sierra se verá revalorizada y potenciada como valor de un turismo de calidad.

Por otra parte, en Becerril, con el respeto y dedicación a la Sierra siempre como referencia, guardias forestales explican las precauciones y actitudes de cuidado medioambiental a varios alumnos adolescentes en el área de La Maliciosa. Muy cerca, en La Pedriza, el programa ha estado también con expertos del Club de Montaña, que organiza excursiones guiadas para jóvenes y niños en el Pico de la Najarra.

Alcaldes de municipios como Soto del Real, Rascafría y Miraflores de la Sierra exponen a Treinta Minutos las ventajas de la futura declaración de Parque Nacional, que impulsará a los pueblos en la búsqueda de la excelencia.

Dentro del mosaico de múltiples personajes y localizaciones que componen El Parque de nuestras Cumbres, la Sierra de Guadarrama es también mostrada desde un ángulo poco conocido: el pictórico. Isabel Florez, pintora vasca afincada en Soto del Real y perdidamente enamorada de la Sierra de Madrid muestra cómo ha plasmado en los lienzos los lugares más emblemáticos de la Sierra.