Ni tirarse en paracaídas a 10.000 pies, ni levantar pesas de 125 kilos, ni batear duro en un partido de beisbol, ni hacer trial en moto, ni jugar en la liga de rugby, ni hacer submarinismo a más de 100 metros de profundidad, ni competir en juveniles de fútbol en el Atlético de Madrid…ninguno de estos deportes, desde hace tiempo, es ya exclusivo de hombres. Esta semana el reportaje de Treinta Minutos “Tan duras como ellos” demuestra que los estereotipos sexistas que asocian los deportes duros de impacto y de contacto físico como propios de la condición masculina son un tópico del pasado, felizmente superado. El programa ha compartido los entrenamientos y la competición de varias mujeres que han hecho de estos deportes el centro de sus vidas sin por ello renunciar a su condición femenina.
Soraya Sánchez tiene 32 años. Es campeona de Europa de boxeo en categoría de Peso Gallo. Aunque sólo lleva tres años en el boxeo profesional es una de las figuras más respetadas del boxeo femenino. Soraya explica que en sus entrenamientos no discrimina entre “guantear” con hombres o con mujeres; de hecho, muchos chicos de su gimnasio prefieren entrenar contra ella porque es una durísima contrincante. Soraya explica que no ha tenido que renunciar a nada de su feminidad por el hecho de dedicarse al boxeo; según Soraya, cuando cuelga los guantes después de los entrenamientos y se arregla, nadie imaginaría que es boxeadora profesional.
María de Villota es hija del veterano ex piloto de Fórmula 1 Emilio de Villota; siguiendo la estela de su padre comenzó a competir en categoría de karting a los 16 años. Ahora que es adulta compite en la categoría Superleague Fórmula. María reconoce que sigue existiendo mucho machismo en ese deporte, porque los hombres siguen teniendo en la cabeza muchos estereotipos. Sin embargo, según María, es la preparación física, la habilidad y la inteligencia lo que diferencia un buen piloto de otro, no el sexo.
Sandra Sánchez Cantero tiene 17 años y las motos de trial son su pasión; de hecho, es la principal promesa española en dicha categoría. Ha heredado su afán de competición de su padre, campeón de dicha categoría. Sandra compite con chicos y chicas indistintamente en determinadas pruebas mixtas de trial, en las que destaca y gana con frecuencia a competidores masculinos, en teoría, más fuertes que ella físicamente.
Lidia Valentín quedó entre las 5 mejores competidoras de halterofilia del mundo en los Juegos Olímpicos de Pekín. Es campeona de España. De niña, su madre quería que fuera tenista, pero ella, una tarde, probó a levantar una pesa en un gimnasio. Le encantó la experiencia y comenzó a entrenarse con más y más peso, hasta que se especializó en halterofilia de forma profesional. Lidia se siente muy femenina porque considera que su cuerpo no difiere en absoluto de cualquier otra mujer que cuide su aspecto en el gimnasio; sin embargo, reconoce que, cuando los hombres descubren que compite profesionalmente, estos llegan a sentirse algo intimidados y confundidos.
El softball es una variedad del béisbol practicada por mujeres; un equipo de Treinta Minutos ha estado con el Equipo Dridma (http://www.dridma.es), cuyas integrantes reivindican que no es una versión light del deporte matriz, sino una variante con algunas reglas distintas. En cualquier caso, es un duro deporte cuya práctica requiere mucho esfuerzo físico. Las integrantes de Dridma reconocen que la práctica del softball conlleva un precio: algunas formas del cuerpo puede verse transformadas; sin embargo, asumen ese coste por la pasión que el softball despierta en ellas.
El rugby es otro deporte que tradicionalmente se asociaba a los hombres. Las integrantes de la Selección Nacional Española de rugby demuestran que esa afirmación es un tópico; de hecho, el equipo de féminas está arrojando mejores resultados a nivel europeo. Según estas jugadoras no es un deporte tan violento como podría suponerse, aunque sí requiere contacto.
El programa también ha estado con las integrantes de uno de los 10 equipos de fútbol femenino del Atlético de Madrid. Se trata de un equipo conformado por jugadoras de entre 13 y 15 años. Cada año, 300 chicas se presentan como aspirantes para ingresar en estos equipos, pero lo consiguen únicamente las mejores. Es un deporte en alza, si bien requiere un difícil equilibro entre los entrenamientos y la dedicación a los estudios.
Por último, “Tan duras como ellos” muestra la historia de María March, de 34 años; es instructora de buceo y la única mujer en España que desciende regularmente a más de 100 metros de profundidad para inspeccionar pecios. Además, María practica el paracaidismo profesional.