Continúa la búsqueda de las dos cooperantes españolas secuestradas en Kenia. Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, que trabajaban en el aparato logístico de Médicos Sin Fronteras en el campamento de refugiados de Dadaab, siguen en paradero desconocido, aunque se teme que hayan sido llevadas a Somalia. El ejército keniano está listo para perseguir a los miembros del grupo islamista al-Shabab, relacionado con Al Qaeda, y a quien responsabilizan del secuestro. Esta mañana, la ministra Chacón se refería a este asunto...
El experto en terrorismo internacional del Real Instituto Elcano Fernando Reinares apunta al grupo islamista radical de Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, como el principal sospechoso del secuestro de las cooperantes de Médicos sin Fronteras (MSF).
Reinares afirma que los secuestros en Somalia y en el este de África pueden ser perpetrados por "bandas de delincuentes que carecen de agenda política o inspiración religiosa", pero cree que "hay razones para considerar como verosímil la hipótesis" de que haya sido Al Shabab.
Este análisis se recoge en un informe publicado por el Real Instituto Elcano en su página web sobre el secuestro de las dos cooperantes el pasado jueves en el centro de refugiados de Dadaab, situado al este de Kenia y a unos 100 kilómetros de Somalia.
Reinares argumenta que el hecho de que el rapto se haya llevado a cabo en el campamento de desplazados de Somalia a poca distancia de la frontera hace sospechar que el grupo asaltante proceda de este país, "aun cuando pueda contar con miembros y facilitadores establecidos en Kenia".
No descarta que los responsables sean milicianos de Al Shabab que, "infiltrados en el campo de refugiados, actúen por cuenta propia buscando su enriquecimiento personal".
El catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad en la Universidad Rey Juan Carlos recuerda que las ONG y las agencias internacionales de ayuda humanitaria que socorren a los desplazados "han sido expresamente amenazadas" por Al Shabab.
"Cabe suponer que cuando planifican el secuestro de occidentales, desarrollan labores previas de información para detectar blancos que consideran vulnerables", señala Reinares en su informe.
No obstante, el investigador del Real Instituto Elcano opina que los objetivos de estos raptos "dependen más de circunstancias de oportunidad que de una designación por criterios de nacionalidad".
Los ataques de Al Shabab han sido principalmente atentados suicidas, como el ejecutado el pasado día 4 en Mogadiscio, la capital somalí, en el que murieron más de un centenar de personas.
Según Reinares, desde el pasado mes de septiembre, Al Shabab se ha inclinado por "emular" a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), perpetrando "secuestros con propósitos de financiación".
AQMI fue la organización que raptó a los cooperantes catalanes Albert Vilalta, Roque Pasqual y Alicia Gámez en diciembre de 2009.
Este grupo reivindicó la autoría del secuestro en un comunicado difundido diez días después de cometerlo.
Reinares señala que los rescates permiten a Al Shabab "mantener sus estructuras, sostener su campaña de terrorismo y pagar a militantes que en gran número lo son a cambio de incentivos, e incluso a los clanes locales, sin cuyo concurso es mucho más difícil operar".