8 parques desconocidos de Madrid que merece la pena visitar
Los mejores oasis para disfrutar de estos días de buen tiempo
A.V
Madrid es una ciudad con mucho encanto y todos sus rincones merecen una visita en algún momento. Con la llegada del buen tiempo apetece salir a la calle y hacer planes en el exterior para ir cogiendo un poco de color con vistas al verano.
La gente siempre se enamora de Madrid por el parque del Retiro y suele ser parada obligatoria en todas las visitas a la capital o fines de semana para los propios madrileños. Sin embargo, hay muchos otros parques maravillosos, menos conocidos y llenos de encanto en los que descansar, tomar el sol o hacer un buen pícnic.
El parque de la Huerta de la Salud, es una antigua finca de recreo cuyos primeros propietarios fueron los Duques de Frías. En el parque podemos encontrar la antigua puerta de entrada al barrio de Hortaleza y el Silo, que es la torre poligonal del parque, que fue construida en 1928, y que a finales del siglo XIX, el jurista Pedro Tobar la convirtió en un complejo agrícola-industrial.
El Silo ahora se ha convertido en un espacio de exposiciones y eventos culturales, perteneciente al Centro Cultural Huerta de la Salud (en Hortaleza). Cuenta con una sala de lectura y un mirador en su planta superior desde el que se pueden ver las Cuatro Torres, Barajas o la sierra madrileña.
2. Parque de Berlín, en Chamartín
En el distrito de Chamartín se encuentra uno de los parques con más historia de la capital. Esto se debe a que alberga restos del muro de Berlín, además de una estatua de Beethoven y un oso, símbolo de la ciudad madrileña pero, también de la berlinesa.
Este parque ofrece unas de las mejores vistas y puestas de sol de la ciudad. Su peculiar nombre ‘Las 7 Tetas’ se debe a sus siete colinas. A parte del fantástico verde del parque, tiene un mirador y un chiringuito/bar con en el que podrás tomar algo mientras ves el atardecer.
Lo sorprendente del Parque de Atenas es que, a pesar de estar en el centro de Madrid, su presencia resulta casi invisible. La diversa flora y fauna de este parque es uno de sus principales atractivos. Además, en numerosas ocasiones se celebran actos festivos, y tiene bastantes zonas recreativas y deportivas.
La historia de este parque comenzó en el año 1590, cuando el monarca Felipe II adquirió este solar para que en él, debido a su proximidad y fácil acceso desde el Alcázar, se celebrasen justas y torneos medievales.
5. Parque Juan Pablo II, en Hortaleza
El Parque Juan Pablo II es un gran desconocido que esconde muchos lugares con encanto en su interior.
Ubicado entre el Pinar de Barajas, la avenida del Papa Negro y de los Andes, este parque se divide en dos tramos: el Jardín del Sol y el Agua, lugar que combina olivos, vides y árboles frutales con la jardinería moderna; y los Jardines Mediterráneos, una representación de la evolución histórica de la jardinería árabe, de Oriente Próximo y medieval.
Además, cuenta con una zona deportiva, áreas caninas para que los perros puedan jugar libremente, zonas de columpios infantiles e incluso un carril bici para dar un agradable paseo mientras observas los extraordinarios jardines.
6. Parque El Capricho, en Alameda de Osuna
El parque de El Capricho es uno de los parques más bonitos y más desconocidos de Madrid. Ubicado en el barrio de la Alameda de Osuna del distrito de Barajas, fue construido entre 1787 y 1839 para los Duques de Osuna.
Su principal promotora fue la duquesa, doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel que era protectora de artistas, toreros e intelectuales. La duquesa creó un auténtico paraíso natural que era frecuentado por las personalidades más ilustres de la época y en el que trabajaron los artistas, jardineros y escenógrafos más prestigiosos.
Un dato muy curioso de este parque es que cuenta con un búnker. El búnker de la Posición Jaca es una de las construcciones militares más importantes de Europa debido al buen estado en el que se encuentra. Una curiosidad sobre sus baldosas es que todas tienen un dibujo diferente. Esto se debe a que si fallaba el generador y la luz se apagaba, con la luz de una cerilla se miraba al suelo para saber dónde estaba uno.
Con la llegada del calor, los almendros del parque Quinta los Molinos ya han florecido. Las flores solo duran un par de semanas, si tienes suerte a lo mejor quedan todavía.
El parque de la Quinta de los Molinos no es un rincón demasiado conocido ni entre los propios madrileños. Situado en la parte final de la calle de Alcalá, en este parque también encontrarás olivos, pinos, eucaliptos y los citados almendros. Si tienes tiempo, visita el estanque, el palacete y los dos molinos que dan nombre al parque.
El Jardín de La Rosaleda de Madrid se encuentra dentro del Parque del Oeste, y es uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad. Está abierto todos los días del año, la entrada es gratis y no es necesario hacer reservas.
El jardín fue diseñado en 1955 por Ramón Ortiz, jardinero mayor del Ayuntamiento de Madrid. Cuenta con una extensión de 32.000 m2, y en el que crecen cada año unos 20.000 ejemplares de más de 650 variedades diferentes de rosales modernos. Además, varios estanques hacen de estos emblemáticos jardines un lugar aun más mágico.
Además, durante la primera quincena del mes de mayo, se realiza un concurso que busca la mejor rosa de Madrid. Todos los visitantes del parque pueden votar por su favorita.