Mujer con un rollo de papel en la mano | FREEPIK
(Actualizado

El váter no es una papelera. Y ese simple gesto de tirar basura al WC -una costumbre que desgraciadamente es muy común en multitud de hogares- es capaz de crear un monstruo con cuerpo y forma. Un monstruo que en su nocivo e insalubre viaje atasca las tuberías y contamina el agua, causando estragos económicos y medioambientales.

Este monstruo del que hablamos no tiene garras, ni colmillos, ni cuernos. Tampoco una sonrisa diabólica ni un nombre aterrador: se le suele conocer como 'monstruo de las toallitas' y no es raro que de tanto en tanto aparezca como un plomizo amasijo de residuos que hace de las tuberías su guarida. ¿El resultado? Taponamiento de las vías de desagüe de edificios y obstrucción de los sistemas de saneamiento municipales. Ese es el efecto de tirar por el inodoro las toallitas y otros objetos cotidianos como el hilo dental o los discos de algodón desmaquillantes.

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Estos residuos se han convertido en una de las principales amenazas para las infraestructuras de drenaje y depuración, ya que, cuando se tiran erróneamente al váter en lugar de en el cubo de la basura, acaban enmarañándose y formando enormes tapones en los colectores, las arquetas y las estaciones depuradoras. Unos atascos que desembocan en considerables gastos de recursos: limpiar estos 'monstruosos' tapones supone una brecha para las arcas municipales o de las comunidades de vecinos.

¿Solo las toallitas que tiramos por el váter atascan las redes de saneamiento?

Las toallitas son el producto doméstico que más se retira de la red de saneamiento, pero no es el único: compresas, preservativos, bastoncillos, algodones, discos desmaquillantes, pelusas o bolas de pelo, entre otros, son residuos que tiramos por el váter y que pueden generar obstrucción.

Canal de Isabel II

Más allá de los costes de los desatrancos, y aún más importante, no hay que olvidar las consecuencias perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud pública. La deficiente gestión de los residuos domésticos tiene efectos medioambientales nefastos: una toallita tirada indebidamente por el váter, tras su recorrido por tuberías y desagües, puede acabar en nuestros ríos y mares más cercanos. Y el problema es que no se trata de una sola toallita, sino de miles de ellas.

La empresa pública Canal de Isabel II tiene que retirar anualmente de las infraestructuras de saneamiento de Madrid más de 30.000 toneladas de residuos sólidos mojados. La compañía, de hecho, destina cada año más de 5 millones de euros para que las toallitas y los residuos sólidos urbanos no comprometan el funcionamiento de sus depuradoras.

Una, otra y otra más... Las toallitas que cada uno tira por el váter pueden ser el origen de un grave problema para el medio ambiente

Contaminación, insalubridad, gasto de dinero... Problemas con una solución simple y sencilla: una vez usadas, hay que tirar las toallitas al cubo de basura. Así que basta con colocar una papelera en el cuarto de baño para desechar estos residuos de manera respetuosa con la conservación del medioambiente y los sistemas de saneamiento de hogares y ciudades.

La importancia de un pequeño gesto en nuestros hogares

Tal y como señala Manuel Rodríguez Quesada, subdirector de Conservación de Infraestructuras de Canal de Isabel II, el saneamiento de las aguas residuales es "importantísimo para eliminar problemas de salubridad y medioambientales" y nosotros como ciudadanos podemos colaborar en la mejora de dicho saneamiento desde nuestros propios hogares y con gestos muy sencillos.

"Hay que evitar echar toallitas a nuestro inodoro o aceites a los fregaderos, y en la calle debemos depositar los residuos en la papelera y no arrojarlos a la calzada porque pueden acabar en nuestros ríos", detalla Rodríguez Quesada.

Residuos domésticos que no debemos tirar por el WC

Atascan las redes de saneamiento y son perjudiciales para el medio ambiente:

  • Toallitas húmedas
  • Discos de algodón desmaquillantes
  • Bastoncillos para los oídos
  • Tiritas
  • Hilo dental
  • Compresas
  • Tampones
  • Bolas de pelo o pelusas
  • Preservativos
  • Colillas de cigarros

    ¿El papel higiénico es lo único que podemos tirar por el váter?

    Sí. El papel higiénico tarda muy poco tiempo en deshacerse cuando se moja, por lo que no da lugar a 'monstruos' como los de las toallitas.

    Canal de Isabel II

    El viaje de una toallita

    El propio retrete es el punto de partida de una intrincada red que transporta las aguas residuales hasta las estaciones de depuración, donde son saneadas antes de ser devueltas a los ríos ya en buenas condiciones. Un ciclo que expone a nuestros ríos a las imprudencias que se puedan cometer en los domicilios. Y tirar residuos por el váter es una de esas imprudencias.

    El viaje que emprenden las toallitas y el resto de residuos domésticos cuando se tiran por el váter los lleva por las tuberías interiores de las viviendas. Ya en estas tuberías se pueden producir atascos, sobre todo si también se vierten detergentes, aceites y otros elementos que contribuyen a que se formen acumulaciones de mayor volumen.

    Desde ahí, las toallitas discurren por los colectores de la red alcantarillado y las instalaciones de bombeo de aguas residuales.

    ¿A la red de saneamiento solo llegan residuos que tiramos en el váter?

    Muchos de los residuos que llegan a las depuradoras y los aliviaderos proceden del inodoro, pero otros proceden directamente de las aceras y las calzadas. Colillas, chicles, papeles, botellas, latas, bolsas, deposiciones de mascotas… El civismo no debe ser exclusivo del ámbito doméstico, sino que debe salir con nosotros a la calle: la basura que tiramos al suelo de nuestras ciudades, además de ensuciarlas y dar una pobre imagen, puede colarse por los imbornales y llegar a la red de alcantarillado los días de lluvia.

    Canal de Isabel II

    Finalmente, por regla general y cuando el tiempo es seco, llegan a las depuradoras, donde se sanean las aguas residuales antes de devolverlas a los ríos en óptimas condiciones.

    Toallitas vs papel higiénico

    Es importante señalar que las toallitas llegan intactas a las depuradoras: aunque tardan unas horas en completar su viaje desde el váter, no les da tiempo a desintegrarse debido a su composición.

    Ahí radica la principal diferencia entre el papel higiénico y las toallitas húmedas: mientras que el primero se disuelve por completo en poco tiempo, las toallitas están diseñadas para que no se degraden rápidamente.

    Tal y como tiramos una toallita al retrete, llega intacta a la depuradora

    Las toallitas no son biodegradables ni biodesechables, sino que están formadas por unas fibras sintéticas que no se rompen. Y eso es precisamente lo que ocurre en la red de colectores: tal y como el ciudadano la echa al váter llega a la depuradora.

    De esta manera, al llegar intactas a las plantas de depuración, esto puede traducirse en enredos en las rejas, los tamices y las bombas.

    En algunos modelos de toallitas se indica que son desechables. ¿Esas sí se pueden tirar por el váter?

    No. Mejor no correr riesgos, pues tampoco se desintegran del todo en el tiempo que pasa desde que se arrojan por el inodoro hasta que llegan a la depuradora (unas 4 o 5 horas). Si se tiran varias de golpe, pueden ocasionar atascos de igual manera que si se tratara de una toallita convencional. Es importante recordar que lo único que debe desecharse por el váter es el papel higiénico de toda la vida.

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    Aún puede presentarse un problema mucho mayor los días de lluvia, cuando el agua de escorrentía viene a sumarse a las aguas residuales en las alcantarillas, aumentando considerablemente el caudal que transportan.

    Este exceso de agua se deriva a los tanques de tormenta para no saturar las depuradoras y así 'limpiarlas' posteriormente, pero cuando la tromba es de tal magnitud que sobrepasa los límites, el agua se libera directamente a los ríos y arroyos sin tratar ni retirar los residuos, los cuales van a parar al medio ambiente convertidos en agentes contaminantes.

    ¿Qué se hace con todas las toallitas que llegan a las depuradoras?

    Las toallitas se retiran de las aguas residuales mediante un sistema de rejas y tamices, se compactan y se llevan al vertedero, lugar al que hubiera ido en un primer momento si se hubieran tirado a la papelera en lugar de al retrete.

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    'Encesta las toallitas en la papelera'

    Con ánimo de concienciar y sensibilizar a la población sobre la correcta gestión de los residuos domésticos, Canal de Isabel II lanzó la campaña 'Encesta las toallitas en la papelera', una advertencia sobre las consecuencias sanitarias, medioambientales y económicas de utilizar el inodoro como si fuera el cubo de la basura.

    Las rejas, los tamices, las mallas y demás sistemas de retención de residuos son una ayuda para contener la contaminación que viaja por el agua de las redes de saneamiento, pero solo eso, una ayuda. Remedios paliativos frente a un problema de envergadura.

    La solución no está en ir 'poniendo parches', sino en atacar el origen mismo del asunto: las toallitas y los productos domésticos deben ir a la papelera y no a un váter que debe ser de uso exclusivo para la orina, las heces y el papel higiénico.