Sistema de retención de residuos para que el agua que salga por los aliviaderos no lo haga cargada de basura | CANAL DE ISABEL II
(Actualizado

16.000 kilómetros. Esa es la distancia que recorre la red de saneamiento de la Comunidad de Madrid. Distancia que, para poner en referencia, es casi el equivalente a la que hay de ida, vuelta y otra vez ida de Madrid a Nueva York. Por estos conductos únicamente debieran discurrir aguas residuales y, en días de tormentas, también el agua de lluvia que se cuela por las alcantarillas. Sin embargo, miles de residuos sólidos domésticos acaban cada día en estas infraestructuras de saneamiento, dando lugar a un gran problema medioambiental.

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Trazando el viaje inverso, el origen de estos residuos lo encontramos, en la mayoría de casos, en los hogares: son todas esas toallitas húmedas, esos discos de algodón desmaquillante, el hilo dental, las compresas o los preservativos que tiramos por el váter los que acaban formando ingentes 'monstruos' contaminantes que, además, atascan las tuberías, con el consiguiente gasto económico que de eso deriva.

En esos nocivos 'monstruos' de toallitas pone el foco Canal de Isabel II, monstruos contaminantes, insalubres y aterradores para las arcas municipales y de las comunidades de vecinos. Frente a ellos, la solución es bien simple y sencilla: no tirar los residuos por el váter, sino al cubo de la basura. O dicho de otra manera: al WC solo tenemos que tirar el papel higiénico.

Un 'monstruo' nace en nuestro WC y este fácil gesto es el único que puede detenerlo

La papelera, el lugar de las toallitas

Cuando tiramos una toallita por el inodoro, esta recorre un largo viaje que puede ocasionar atascos ya desde el principio. Primero recorren las tuberías interiores de las viviendas, luego discurren por los colectores de la red alcantarillado y las instalaciones de bombeo de aguas residuales y finalmente llegan a las depuradoras, donde se limpian las aguas negras antes de devolverlas a los ríos en óptimas condiciones.

¿Y qué se hace con todas esas toallitas que llegan a las depuradoras? Tras retirarlas, se compactan y se llevan al vertedero, lugar al que hubieran ido en un primer momento si se hubieran tirado a la papelera en lugar de al retrete.

Las toallitas no son biodegradables, sino que tal y como las tiramos por el WC van a parar a las depuradoras

El problema de los días de lluvia

La situación cambia drásticamente en los días lluviosos, días que ponen en jaque los sistemas de drenaje y saneamiento de las ciudades multiplicando el impacto medioambiental.

Cuando el tiempo es seco, las aguas residuales desembocan en las depuradoras. Pero cuando llueve, el agua de escorrentía se cuela por las alcantarillas y se suma a esas aguas residuales que discurren por los colectores, aumentando considerablemente el caudal que transportan.

Este exceso de agua se almacena en tanques de tormenta para no saturar las depuradoras y poder sanear posteriormente las aguas antes de ser devueltas a los ríos. De hecho, Madrid dispone de una de las redes de tanques de tormentas más grandes del mundo, enormes depósitos subterráneos que retienen esas primeras aguas contaminadas y las almacenan hasta que las plantas de depuración recuperan su capacidad para 'limpiarlas'.

Hasta aquí todo correcto. Ahora bien, en días en los que la tromba de agua es de tal magnitud que el volumen excedente de agua no puede derivarse a los tanques de tormenta, esta se evacúa directamente sin depurar a los cauces a través de aliviaderos.

Redes y mallas para tener 'controlados' los aliviaderos

Los aliviaderos son esos grandes desagües por los que se libera esta agua sin tratar, lo que los convierte en puntos especialmente sensibles a nivel ambiental. De ahí que Canal de Isabel II haya tomado medidas que minimicen su impacto contaminante.

¿En qué consisten estas medidas? La empresa pública está instalando sistemas de retención de residuos para que el agua que salga por los aliviaderos no lo haga cargada de basura (tanto los residuos domésticos tirados por el váter como las colillas, bolsas, latas y demás productos tirados al suelo y que el agua de lluvia ha arrastrado). "El objetivo es retener esos residuos y evitar que contaminen y dañen nuestros arroyos y ríos", cuenta Manuel Rodríguez Quesada, subdirector de Conservación de Infraestructuras de Canal de Isabel II.

Canal de Isabel II se encarga del mantenimiento de más de un millar de aliviaderos, de los que unos 300 ya cuentan con mallas, cestas de nailon, rejas, rototamices y otros dispositivos encargados de retener los residuos sólidos y frenar la contaminación. Las mallas extensibles, por ejemplo, están fabricadas con nailon de alta resistencia y pueden retener entre 300 y 500 kg de residuos sólidos.

Solo en el año 2024, Canal de Isabel II atrapó y retiró unas 2.000 toneladas de residuos sólidos en aliviaderos. Eso en los aliviaderos, porque cada año retira de sus depuradoras unas 30.000 toneladas de residuos mojados. Unas cifras que se traducen en que, de media, cada madrileño tira por el váter más de 4 kilos de basura al año.

Cada madrileño tira por el váter, de media, más de 4 kilos de basura al año

"Es muy importante tomar conciencia de que cada residuo hay que depositarlo en su sitio, que el inodoro y el fregadero no son cubos de basura y que hay que ayudar a los ríos", añade Rodríguez Quesada.

La instalación y mantenimiento de estos sistemas de retención, así como la retirada de los residuos atrapados en ellos, también lleva aparejado un gasto económico que podría evitarse. En su conjunto, la Asociación Española del Agua Urbana (DAQUAS) calcula que la presencia de toallitas en las infraestructuras de saneamiento y depuración incrementa los costes entre un 10% y un 15%, con un sobrecoste anual estimado de aproximadamente 230 millones de euros en nuestro país.

Este gasto millonario es solo para implementar medidas paliativas que no atacan el origen del problema

En la Comunidad de Madrid, Canal de Isabel II invierte cada año más de 5 millones de euros para que las toallitas y los residuos sólidos urbanos no comprometan el funcionamiento de sus depuradoras, instalaciones fundamentales para la salud pública y la calidad ambiental de los ríos.

'Encesta las toallitas en la papelera'

Con ánimo de concienciar y sensibilizar a la población sobre la correcta gestión de los residuos domésticos, Canal de Isabel II lanzó la campaña 'Encesta las toallitas en la papelera', una advertencia sobre las consecuencias sanitarias, medioambientales y económicas de utilizar el inodoro como si fuera el cubo de la basura.

Las rejas, los tamices, las mallas y demás sistemas de retención de residuos son una ayuda para contener la contaminación que viaja por el agua de las redes de saneamiento, pero solo eso, una ayuda. Remedios paliativos frente a un problema de envergadura.

La solución no está en ir 'poniendo parches', sino en atacar el origen mismo del asunto: las toallitas y los productos domésticos deben ir a la papelera y no a un váter que debe ser de uso exclusivo para la orina, las heces y el papel higiénico.