Loeches, destino ideal para disfrutar de la cultura y la naturaleza durante todo el año

La Comunidad de Madrid acoge entre sus fronteras infinidad de maravillas. Majestuosos parques naturales, museos de todo tipo, imponentes monumentos, un sinfín de actividades... Pero el territorio madrileño también esconde auténticas joyas no muy conocidas por el gran público. Loeches es una de esas joyas del turismo cultural que merece la pena apuntar en la lista de visitas pendientes.

La historia de esta localidad está estrechamente ligada a los duques de Alba y al célebre valido real Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar, más conocido como el Conde-Duque de Olivares.

Por este motivo, tanto el relato histórico como buena parte del patrimonio artístico y monumental de Loeches están directamente ligados a estas figuras. Entre los ejemplos más destacados se encuentra el Monasterio de la Inmaculada Concepción, que alberga el Panteón de los Duques de Alba.

La Oficina de Turismo organiza hasta tres visitas guiadas diarias (salvo los lunes), brindando a los visitantes la oportunidad de descubrir los rincones más emblemáticos de la localidad y profundizar en su rica historia.

A su extenso patrimonio cultural se añade el atractivo paisaje natural que rodea el municipio, escenario de diversas actividades organizadas que complementan el turismo experiencial.

Estas cualidades convierten a Loeches en un destino imprescindible para quienes desean combinar historia, naturaleza y gastronomía a escasa distancia de la capital. Por ello, su pertenencia desde 2022 a la red de Pueblos Mágicos constituye un auténtico reconocimiento a su singularidad.

El convento grande y el chico

El patrimonio cultural de Loeches está encabezado por el Monasterio de la Inmaculada Concepción, conocido como 'el convento grande' y lugar que alberga el Panteón de los Duques de Alba y la Cripta de la familia Olivares.

Además de las visitas organizadas por el Ayuntamiento a la iglesia, al panteón y a la cripta, es posible recorrer íntegramente este edificio de grandes dimensiones y muy poco conocido. Eso sí, para ello es preciso concertar una visita con los padres dominicos, actuales gestores de este espacio.

Otro de los tesoros de Loeches es el Monasterio de San Ignacio Mártir, conocido como ‘el convento chico’, una auténtica joya barroca del siglo XVI donde las monjas carmelitas elaboran afamadas mermeladas artesanales.

El edificio se articula en torno a un claustro de planta cuadrada que alberga las diferentes dependencias: celdas, obrador, biblioteca, hospedería y huerto.

Sin olvidarnos de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, de estilo renacentista. Data del siglo XVI, aunque la planta original se remonta al siglo XIII durante la repoblación cristiana de Loeches.

En el altar mayor de la iglesia destaca la lápida gótica que representa el Calvario de Nuestro Señor Jesucristo, fechada en 1295 y que fue descubierta durante una de las reformas realizadas en el templo. Se trata de una de las joyas artísticas medievales más antiguas de la Comunidad de Madrid.

Cinco tranquilos paseos por la naturaleza

Loeches ha puesto en marcha cinco rutas señalizadas a lo largo de su término municipal, ofreciendo a los amantes de la naturaleza la oportunidad de recorrer y disfrutar con tranquilidad la variedad paisajística que caracteriza la localidad.

Esta apuesta por el turismo experiencial y sostenible ha sido reconocida en el marco de iniciativas como el Plan de Sostenibilidad Turística y el reciente Consejo Nacional de Pueblos Mágicos de España (que se celebró precisamente en Loeches en marzo de 2025), en el que se debatieron estrategias de digitalización, sostenibilidad y colaboración intermunicipal para fortalecer el atractivo de los destinos rurales.

Cocina tradicional, mermeladas, duquetes...

La experiencia en Loeches no estará completa sin degustar su variada gastronomía local, verdadero atractivo complementario para cualquier viajero.

La oferta de restauración es muy amplia, con establecimientos que ofrecen una completa carta. El Restaurante Ronquillo es uno de ellos: con casi medio siglo de historia, destaca por su cocina tradicional y platos como el cordero asado, elaborados con productos frescos y locales. Junto al Restaurante Flor, el Restaurante Cariben y varios otros, participa en la 'Ruta de la Cuchara'.

Y es que los platos de cuchara no pueden faltar en Loeches, especialmente los de legumbres, las cuales cultiva y envasa bajo la marca la Casa de Alba, amén de otros productos agroalimentarios.

Conocidas también son las mencionadas mermeladas artesanales elaboradas por las carmelitas del Convento de San Ignacio Mártir, con sus especialidades de naranja con chocolate y naranja con chocolate y menta.

La propuesta culinaria de Loeches combina calidad y sabor inconfundibles, completándose con recetas de repostería tradicionales como los duquetes.

Destinos cercanos para alargar nuestra estancia

Si queremos prolongar nuestra ruta por la Alcarria madrileña, podemos continuar por Nuevo Baztán, localidad trazada con los criterios de la Ilustración que atesora un importante conjunto histórico y donde podemos conocer su palacio y su bodega.

Y para que la experiencia cultural y natural por este enclave de la región sea completa, también podemos ir al cercano pueblo de Olmeda de las Fuentes, conocido como el 'pueblo blanco de Madrid', población que ha sido y aún es residencia de artistas. No en vano, se puede recorrer la 'Ruta de los Pintores' por sus empedradas calles y casas encaladas encajadas en una ladera del Valle del Tajuña.