Los enfrentamientos entre las selecciones de Grecia y España son todo un clásico en los distintos campeonatos de Europa y del Mundo que, en los últimos años, favorecen a los españoles, que derrotaron a los helenos en la final del Mundial de Japón, hace cuatro años, por 47-70, y en las semifinales del pasado Eurobasket por 82-64.
Grecia, al igual que España, no ha dado la medida real de sus posibilidades en Turquía, clasificándose en la tercera posición del grupo C, con sede en Ankara, tras Turquía y Rusia.
La selección helena cuenta con el regreso de una de sus grandes estrellas, Dimitris Diamantidis, capaz de jugar de base y de escolta, de dirigir y llevar el peso anotador de su equipo y, sobre todo, de decantar un partido por él solo en los momentos determinantes de cualquier partido.
Además, Vassilis Spanoulis, Antonis Fotsis, Ioannis Bouroussis y Sofoklis Schortsianitis componen la auténtica columna vertebral de un equipo, fuerte y competitivo que puede ganar a cualquier rival.