Arbeloa sufrió a principios de marzo una avulsión del polo inferior de la rótula derecha. Desde entonces, trabaja a diario en la Ciudad Real Madrid para regresar lo antes posible con el equipo. El defensa blanco se muestra optimista: “Tengo muchas ganas de volver a estar pronto con el equipo. Creo que este año vamos a ir alguna que otra vez a La Cibeles todos juntos”.
Su jornada de trabajo comienza con la inmovilización de la articulación para evitar que flexione más de lo conveniente. Su entrenamiento se divide en tres fases: trabajo aeróbico en el exterior con la handbike, ejercicios de fuerza en el gimnasio y piscina. Antes de terminar, es tratado por los fisioterapeutas del equipo.
Santiago Lozano, preparador físico, se encarga de supervisar su recuperación: “Su evolución es buena, sobre todo porque a él le gusta mucho entrenar. La handbike es bastante dura porque te exige bastante y él no está habituado. En el gimnasio se mueve con soltura pero hemos limitado un poco los ejercicios por su lesión. Arbeloa tiene mucha vitalidad y le gustan los entrenamientos intensos. Los entrenamientos moderados no van con él”.
