El entrenamiento mental es el gran olvidado en el mundo del fútbol. Mientras en los centros de alto rendimiento repletos de deportistas la figura del psicólogo es tan habitual e importante como el entrenador, el preparador físico, el médico o el fisioterapeuta, en la mayoría de los equipos de fútbol se trata de una figura desterrada por la asociación que conlleva a problemas mentales.
Sin embargo, el entrenamiento de la mente puede ayudar a los futbolistas a rendir más y mejor, a aceptar mejor las situaciones incontrolables y a concentrarse y preocuparse por lo que depende de ellos. Jugadores como el madridista Xabi Alonso son un ejemplo de control emocional en el campo, capaces de controlar sus impulsos y superar las frustraciones habituales de los campos de fútbol: goles en contra, errores arbitrales, el teatro de los rivales, los insultos y las amenazas del público... Hay otros jugadores que por su forma de ser parecen encantados de pisar charcos en forma de broncas, agresiones o tanganas, siempre en medio de las peleas.
El psicólogo Pablo del Río, que lleva 30 años practicando la psicología del deporte, cree que hay sencillas herramientas en forma de técnicas de control de las emociones y los pensamientos, autoconfianza o visualización que puede permitir a los futbolistas centrarse en su tarea y olvidarse de los aspectos incontrolables del fútbol y del deporte engeneral, que en todo caso lo único que hacen es perder la concentración al deportista.
Y fundamentalmente hay que disfrutar del deporte, eliminar los miedos y las frustraciones y divertirse tanto en el deporte como en la vida, aunque a veces hay que superar las tensiones que te genera tu propio entrenador.