El joven estadounidense Jordan Spieth conquistó y el Abierto de Estados Unidos de golf, disputado esta semana en Chambers Bay, cerca de Seattle, después de que el también estadounidense Dustin Johnson desaprovechase dos putts cercanos para ganar o empatar en el último hoyo. "Todavía estoy asombrado de haber ganado", dijo Spieth, reciente ganador del Masters de Augusta, después de recoger el trofeo de campeón.
A la trepidante persecución del ganador del US Open, se habían sumado en los primeros compases de la jornada el australiano Adam Scott, con un impresionante seis bajo par y un total acumulado de tres bajo el par, y el sudafricano Louis Oosthuizen, que culminó empatado en el segundo puesto una heroica remontada desde el +7 del primer día.
GANA LOS DOS PRIMEROS 'GRANDES' DEL AÑO
Jueves y viernes Oosthuizen había compartido partido con el ganador de 14 grandes Tiger Woods, que se fue a casa el viernes con un terrible resultado de 16 golpes sobre el par y dejó paso al protagonismo de Jordan Spieth, considerado su sucesor por muchos y el ganador más joven del Abierto de Estados Unidos en casi un siglo.
El número uno del ránking mundial, el norirlandés Rory McIlroy se lanzó finalmente al ataque en la última jornada, pero su ronda de cuatro bajo el par no fue suficiente para alcanzar a los líderes y acabó en el noveno puesto.
El otro protagonista de la última jornada ha sido Michael Geller, profesor de escuela de la zona de Chambers Bay y caddie de Jordan Spieth. "Michael conoce este campo mejor que cualquiera de los que han jugado esta semana", dijo Spieth, que atribuye a su caddie y tutor una gran parte de su victoria.
La emoción de los últimos hoyos del Abierto de Estados Unidos ha eclipsado algunas de las hazañas de la semana, como la recuperación después de un desvanecimiento en el campo del australiano Jason Day, que llegó a ocupar el liderato de la competición en la tercera jornada y ha terminado empatado con McIlroy.
Y ha hecho olvidar por un momento las críticas a las condiciones de los 'greenes' de Chambers Bay, el recorrido tipo link'de la costa noroeste de Estados Unidos, donde se ha celebrado por primera vez un Abierto de Estados Unidos.
"Hablar negativamente de un campo casi puede descolocarte al principio, porque el golf es un deporte mental", había presagiado Spieth antes de comenzar la competición, en la que cayeron pronto algunos ganadores de ediciones anteriores, como el alemán Martin Kaymer, el norirlandés Graeme McDowell o el propio Tiger Woods.
Con su victoria en abril en el Masters de Augusta, Spieth igualó varios de los récords de Tiger Woods. Con esta victoria en el US Open, se suma al selecto grupo de estrellas consagradas, como Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Tiger Woods, que han conquistado consecutivamente el Masters y el Abierto de Estados Unidos en un mismo año.
Todavía quedan dos grandes por disputar en esta temporada, el Abierto Británico y el Campeonato de la PGA de Estados Unidos, en los que, a sus 21 años, Spieth tiene muchas posibilidades de consagrarse en los anales del golf.
SERGIO GARCÍA: "NO ESTOY DESCONTENTO"
El goflista castellonense Sergio García selló su decimosexta participación en el Abierto de Estados Unidos, que se acaba de disputar en Chambers Bay, cerca de Seattle, con una ronda final de dos golpes bajo el par y empatado en el 18 puesto, un resultado que considera positivo.
"No me voy descontento. He jugado bien y he metido 'putts' complicados", dijo García, que había pasado las primeras jornadas rezagado y sufriendo las desiguales condiciones de los 'greenes' del recorrido tipo link del noroeste de Estados Unidos.
Sergio García afronta los otros dos grandes de la temporada, el Abierto Británico, que regresa este año al histórico campo escocés de Saint Andrews, y el Campeonato de la Organización de Profesionales de Golf de Estados Unidos, en el octavo puesto del ránking mundial y con confianza. "Ahora toca seguir igual, confiando e intentando hacer las cosas bien", dijo García con respecto al resto de la temporada.
