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Las cámaras le enfocaron varias veces para arrancarle algún gesto, pero el árbitro asistente que vigilaba la portería de Inglaterra no movió un músculo, como si el problema le fuera completamente ajeno. Y era importante.

Corría el minuto 62 del partido, remató Marko Devic y la hinchada amarilla se disponía a cantar el gol del empate de Ucrania cuando John Terry sacó el balón en la línea. ¿En la línea? Para muchos, y por supuesto para los ucranianos, la respuesta es negativa: el balón rebasó por completo la línea de gol. Las imágenes de televisión parecieron corroborarlo.

El caso es que el gol no subió al marcador, Inglaterra terminó ganado con un tanto de Wayne Rooney y Ucrania, país organizador de la Eurocopa junto con Polonia, fue eliminada.

Tras la acción salvadora de Terry, todas las miradas confluyeron sobre el llamado "juez de gol". Impasible. En tres enfoques de las cámaras de televisión, no se le adivina un solo gesto. Se suponía que estaba para ayudar a resolver las jugadas dudosas.

"¿Para qué sirven?", se preguntó el seleccionador ucranio, Oleg Blokhin, al referirse a los árbitros, de nacionalidad húngara, que había en el campo, dos de ellos (István Vad y Tamas Bornar) en las líneas de gol como asistentes de Viktor Kassaí.

"Hay un balón que entra 50 centímetros en la portería inglesa, pero no es gol. ¿Qué puedo decir hacer ante las decisiones de cinco árbitros que están en el campo y no ven nada", añadió un enojado Blokhin.

Casualmente, una de estas jugadas dudosas perjudicó a Inglaterra en el choque con Alemania en los octavos del Mundial de Sudáfrica. Con el 2-1 en el marcador, al final del primer tiempo, un remate de Frank Lampard dio en el larguero y botó claramente dentro de la portería alemana. Los ingleses se lanzaron a celebrar la igualada.En vano.

Ni el árbitro uruguayo Jorge Larrionda ni su asistente vieron la acción de gol. La pelota fue atrapada por Manuel Neuer y continuó el encuentro. Alemania ganó 4-1.

Este incidente y el anterior sirvieron al primer ministro británico, David Cameron, para ironizar en México en respuesta a una pregunta de los periodistas sobre la implantación de tecnología que estudia la FIFA para dilucidar este tipo de jugadas.

"Después de lo ocurrido con Lampard en Sudáfrica pensé entonces que la idea de la tecnología era muy buena, pero ahora tendré que reflexionar un poco más sobre ella", dijo sonriendo.

La tormenta de los "goles fantasmas" cayó sobre la Eurocopa justo dos días después de que el presidente de la UEFA, Michel Platini, defendiera el sistema de los cinco árbitros.

"Con cinco, los árbitros ven todo, no toman decisiones sin saber todo", dijo Platini para sostener luego que con el quinteto de jueces en el campo no se hubiera cometido el "error" de no validar el mencionado tanto de Inglaterra ante Alemania en Sudáfrica.

De todos modos, Platini se mostró convencido de que la tecnología sobre la línea de meta va a ser introducida por la International Football Association Board, que se reunirá después de la Eurocopa.

Los goles "fantasma" forman parte de la historia del fútbol. Y con Inglaterra siempre al acecho. Sin duda el más trascendental fue el de Geoffrey Hurst en la prórroga de la final de Wembley del Mundial de 1966 entre la anfitriona Inglaterra y Alemania.

En el minuto 101, un disparo de Hurst se estrelló en el larguero de la portería alemana y botó sin traspasar el marco. El árbitro suizo Gotffried Dienset consultó con el juez de línea y concedió gol. Era el 3-2, preludio del 4-2 definitivo.

A España le ocurrió en México 1986 con Brasil como rival. Un disparo de Michel botó dentro de la portería tras ser repelido por el larguero. El árbitro australiano Bambridge no validó el tanto pese a las protestas de los españoles. El brasileño Careca marcó luego el único tanto del encuentro de la fase de grupos.

El tiempo le devolvió la moneda a Brasil, aunque sin las consecuencias que pagó Alemania en 1966. En la final de la Copa Confederaciones de 2009 contra Estados Unidos, un remate de cabeza de Kaká pudo entrar en la portería de Howard, pero éste sacó la pelota, que dio en el larguero, antes de que la atrapara definitivamente. El gol hubiera supuesto el empate a dos. Menos mal que la "verdeamarilla" ganó 3-2.

Este "gol fantasma" y el de Lampard en Sudáfrica convencieron finalmente al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de la necesidad de promover el uso de tecnología. Los perjudicados hasta ahora siempre seguirán preguntándose qué hubiera ocurrido si...