El Atlético de Madrid cerró con un 2-2 en el nuevo San Mamés frente al Athletic Club la peor primera vuelta de la era Simeone, con motivos como la irregularidad, el bache de noviembre y diciembre, los seis choques sin marcar, la vulnerabilidad defensiva, la indefinición de estilo, la dependencia de Antoine Griezmann, los números como visitante o las lesiones.