La historia de Gonzalo Blanco es cuanto menos rocambolesca. Tras 13 años defendiendo las categorías inferiores del Atlético de Madrid, un día en un entrenamiento le pegaron un pelotazo importante en la cabeza que le llevó directo al hospital. Allí confirmaron que el pelotazo no era grave, pero sí los dos tumores que tenía en la cabeza. Lo pasó francamente mal, pero tras la operación y años de lucha contra el cáncer, Gonzalo salió adelante. Hoy lo cuenta, lógicamente, como un milagro...