La llegada de la nieve y el frío a Dallas ha generado que el ambiente previo al gran evento del partido del Super Bowl carezca hasta el momento de la presencia masiva de personas en las calles para disfrutar de la gran celebración deportiva del año en Estados Unidos.
Las calles de Dallas siguen llenas de nieve, solitarias, y no parece que el ambiente vaya a cambiar mucho en lo que resta hasta el domingo por lo que ya se habla de importantes perdidas en algunos negocios que tenían puestas sus inversiones en la celebración del Super Bowl.
De hecho, todas las actividades al aire libre que estaban programadas al público para el fin de semana han reducido sus precios a más de la mitad y aun con eso no se espera que cubran costos.
La ciudad de Dallas y Arlington, donde se encuentra el "Cowboys Stadium", amanecieron cubiertas con más de 15 centímetros de nieve, que obligó al cierre de todas las actividades públicas y cancelación de vuelos en los distintos aeropuertos de la ciudad.
La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) es consciente de los graves problemas que está generando la llegada de la inesperada tormenta invernal cargada de nieve.
De hecho, el Comité Organizador del Super Bowl XLV ya ha reconocido que el impacto negativo de la nevada está asegurado y los 611 millones de dólares que se esperaba iba a genera la celebración del partido más importante del año en la economía del Norte de Texas no se podrá alcanzar.
No existe problema para la celebración del partido el próximo domingo porque el Cowboys Stadium con su techo retráctil estará cubierto y con una temporada ideal en su interior, e inclusive para el domingo ya habrán subido las temperaturas y tal vez se dará algún tipo de precipitación de lluvia.
Eso es lo que preocupa a los organizadores y a la NFL, que las condiciones climatológicas sigan siendo demasiado adversas para que los aficionados se decidan a llegar al estadio, aunque tengan ya compradas las entradas, puesta todo vendido con más de 100.000 personas que se esperan llenen el Cowboys Stadium.
Desde la llegada el pasado lunes de los Packers de Green Bay y los Steelers de Pittburgh, los dos equipos que van a luchar por el título de la cuadragésima quinta edición del Super Bowl, fue cuando también hizo acto de presencia la tormenta invernal.
Pero el problema mayor que preocupa a las autoridades locales junto con las de la NFL es la integridad física de los aficionados y sobre todo en aquellos que llegan a la ciudad para ver el partido del Super Bowl.
También se informó que al menos siete personas que estaban en la plaza continúa al Cowboys Stadium sufrieron heridas de distinta consideración al ser golpeados por trozos de hielo que se desprendieron del techo del moderno recinto deportivo que costó 1.300 millones de dólares.
De acuerdo a la liga, aunque todos fueron hospitalizados, solamente uno permanece internado, pero su condición es estable y su vida no corre peligro.
Por su parte, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, en el tradicional informe del estado de la liga, dijo que tanto el Norte de Texas como cuando en el 2014 se celebre el Super Bowl en Nueva York, están preparadas para hacer frente a estas situaciones extremas del clima.
El estadio estará en perfectas condiciones, en cuanto a los techos y entradas para cuando llegue la hora del partido y los aficionados no correrán ningún peligro.
Mientras la NFL confirmó que la capacidad hotelera está al completo y para nada han recibido, hasta el momento, solicitudes de cancelación.
Las fiestas privadas también siguen en el programa y lo único es que los organizadores han tenido que conseguir todo tipo de estufas especiales para calentar el medio ambiente, pero al final se celebraran en todo su apogeo.
Sin embargo, el partido de Super Bowl también es visto como una exaltación a una semana completa de celebración y diversión con participación de todos los segmentos de la ciudad donde se va a disputar el partido.
De hecho, los responsables del turismo local, así como los dueños de los restaurantes, centros comerciales, propietarios de clubes de golf y organizadores de fiestas esperan siempre lo mejor de la semana del Super Bowl, algo que, primero por culpa del hielo, y luego la nieve, no han podido lograr este año en Dallas.
Mientras algunos aficionados de los Packers se atrevieron a salir ya a las calles de Dallas para mostrar los tradicionales símbolos, entre ellos, el del trozo de queso de cartón puesto en la cabeza.
Se espera que muy pronto también comiencen a llegar los de los Steelers, la gran dinastía de la NFL, que con toda seguridad vendrán equipados con las famosas "Toallas Terribles".