A Carlos le detectarón hace cinco años una enfermedad: esclerosis atrófica. Una enfermedad degenerativa de las neuronas que controlan las funciones motrices. Por eso tiene que ir en silla de ruedas. Dos amigos le ofrecieron correr la maratón de Madrid, y él no lo pensó dos veces y aceptó.
A partir de ese momento no dejan de entrenar, gracias a una silla especial la aventura se hará más asequible. Ellos están abiertos a que aquel que quiera apoyarlos pueda correr a su lado.