La Selección española continúa invicta en el Sánchez-Pizjuán logrando, gracias al gol de Morata, un triunfo vital frente a Ucrania que le acerca a la Eurocopa.
"Todo aquí es ficticio, excepto el escenario. Nadie podría inventarse una ciudad como Sevilla". Ni el propio Arturo Pérez-Reverte en su relato sobre la piel del tambor podría definir más certeramente la comunión que España mantiene con la capital hispalense y que este viernes ha vivido un nuevo y exitoso capítulo sobre el césped del Sánchez-Pizjuán, donde el combinado nacional nunca ha perdido en su dilatada historia.
En esta oportunidad iba gran parte de la clasificación europea en ello y a fe que los hombres de Vicente del Bosque han dado la talla con un equipo plagado de talento en el mediocampo con Morata de referente en vanguardia.
Como queriendo reafirmar las palabras del Seleccionador en la previa, los internacionales saltaron al verde de Nervión con ganas de recordarle al Viejo Continente que son los campeones y dos internadas fulgurantes por el costado izquierdo de Silva y Jordi Albaestaban a punto de inaugurar el electrónico durante los primeros seis minutos.
INIESTA Y MORATA
Iniesta y Morata buscaban la conexión intergeneracional a través de la pelota, mientras Fedetskiy avisaba por dos veces a balón parado encogiendo el corazón del respetable.
Entonces, cuando las cosas se complicaban fluía el toque rápido y preciso entre líneas entre Iniesta y Koke con servicio interior del madrileño a la incorporación de Morata para que éste, pugnando con la defensa ucraniana batiese a Pyatov en su salida e inaugurase, al tercer partido, su cuenta realizadora con la Absoluta después de convertirse en el máximo artillero en el resto de categorías de la Selección.
El tanto no variaba la tonica del encuentro con un Don Andrés sentando cátedra en cada acción y Sergio Ramos -diez años de internacional ya le contemplan- estando a punto de rubricar con gol el aniversario gracias a un cabezazo que se estrellaba en la crucetavisitante.
TRES PUNTOS DE VITAL IMPORTANCIA
En la reanudación el duende que comenzaba a emerger era el de Isco con un detalle de clase aplaudido por la grada que sufría cada vez que Ucrania gozaba de opciones a balón parado condoble manopla salvadora de Casillas durante los primeros minutos del segundo acto.
Del Bosque movió entonces el banquillo dando entrada a Pedro Rodríguez y a Santi Cazorla en sustitución de los ovacionados Morata e Iniesta, mientras que la mala suerte se cebaba con Jordi Alba, retirado con molestias con Juan Bernat como recambio.
Las permutas le daban más oxígeno al equipo en el tramo final para asegurar los tres puntos y eso que la renta pudo ser mayor después de una gran combinación entre Silva y Cazorla que salvaba Pyatov. La victoria permite mantener la distancia con Eslovaquia después de la goleada de los centroeuropeos ante Luxemburgo.
El jugador número 12 del Sánchez-Pizjuán volvía pues a llevar en volandas a los nuestros en el trascendental primer encuentro de 2015 y van catorce años seguidos ganando en el estreno anual. Al verde césped de este estadio se refería un cantante andaluz en su himno dedicado al otro equipo de la ciudad, pleno de ilusión y esperanza. Un artista casi tan popular en Sevilla como la propia Selección y que responde al nombre de Silvio.
