Un empate sin goles en Astana reafirmó la actual irregularidad del Atlético de Madrid, un equipo de contrastes esta temporada, más aún los últimos diez días, de su mejor partido del curso, ante el Valencia, a su decepcionante duelo en Kazajistán y entre la recuperación defensiva y su déficit goleador y ofensivo.
El 25 de octubre, en el Vicente Calderón, firmó una actuación incontestable contra el Valencia en todos los aspectos, por fútbol, por ocasiones, por intensidad y por ambición; este martes, 3 de noviembre, fue todo lo contrario, un equipo plano y atascado, sobre todo ofensivamente, en su primera visita europea al Astana Arena.
FALTA DE FÚTBOL Y PROFUNDIDAD
"Hemos tenido el control del balón, pero nos ha costado generar juego", admitía su capitán, Gabi Fernández, al término del duelo. "No hemos podido crear las ocasiones que queríamos", insistía el portugués Tiago Mendes después del sexto encuentro sin perder seguido del Atlético, los dos últimos con mismo desenlace: empate.
Le faltó fútbol y profundidad al conjunto rojiblanco en Astana, donde contó cinco oportunidades en los noventa minutos, tres de ellas con remates entre los tres palos, dos terminadas contra el larguero, aunque ambas, de Koke Resurrección al borde del descanso y de Yannick Carrasco en el tramo final, fueron más centros que tiros.
Sin gol en un partido por segundo encuentro en esta temporada, el otro fue en la derrota por 1-0 en Villarreal del 26 de septiembre, el equipo centró su suave autocrítica en ese sentido, en el fútbol ofensivo. "Venimos mejorando desde nuestra solidez y en la paciencia necesaria que nos permite esperar que finalicemos mejor situaciones que tenemos por delante en ataque", valoró el técnico Diego Simeone.
SOLIDEZ DEFENSIVA
"Los últimos tres partidos nos han pateado muy poco al arco, el equipo ha trabajado con mucha intensidad, ha sido equilibrado, ha sido sólido y ha tenido muchas situaciones. Creo que el camino es este", profundizó el entrenador, que recalcó que, "después, al no hacer gol, se abren las posibilidades de opinar varias cosas".
"Siempre hemos tenido gente que hizo gol, Falcao, Costa, Villa, Mandzukic mismo, y no será la excepción este año", abundó Simeone, cuyo equipo ha marcado 22 goles en sus catorce partidos oficiales de esta temporada; cinco de remates de sus dos 'nueves', el colombiano Jackson Martínez, con tres, y Fernando Torres, con dos tantos.
Su máximo goleador es el francés Antoine Griezmann, la única pieza inamovible en la estructura ofensiva del Atlético esta campaña. Ha marcado seis dianas, aunque está estancado en esa cifra desde hace cuatro encuentros, su peor racha en ese sentido del curso. Este martes, sólo dispuso de una ocasión en hora y media.
La pasada temporada, a estas alturas, el Atlético había marcado tres goles más que ahora (25); hace dos, cuando fue campeón de Liga y finalista de la Liga de Campeones, sumaba 30, ocho más que en la actualidad, con catorce encuentros oficiales ya disputados y con su atacante de referencia, Diego Costa, ya con una docena de tantos.
CONJUNTO MENOS FIABLE
En el aspecto defensivo, el Atlético ha recibido menos goles ahora, ocho, que en el ejercicio 2013-14, con diez tantos en contra, y que hace un año, cuando había encajado once. Y en sus números globales había conseguido en ambos casos más victorias (doce, en 2013-14, y nueve en 2014-15) que en el presente momento, con ocho.
Más allá de esa diferencia en el inicio de temporada, el Atlético ha sido un conjunto menos fiable en cuanto a triunfos durante este año. En los diez meses transcurridos ya de 2015 en competición oficial, el conjunto rojiblanco ha disputado 44 partidos, de los que ha ganado la mitad (22), ha empatado doce y ha perdido diez.
Una media idéntica de victorias presenta si se reduce a sus últimos 20 encuentros (diez triunfos, seis empates y cuatro derrotas) o a los diez choques más recientes, los dos empates con los que concluyó la pasada campaña más los ocho partidos que ha ganado ésta frente a tres igualadas y tres derrotas hasta ahora.
En cualquier caso, el Atlético, que este miércoles tiene día de descanso tras el largo viaje de vuelta desde Kazajistán, sigue con todas sus aspiraciones intactas. En la Liga, en la que es cuarto a cuatro puntos del liderato, y en la Liga de Campeones, en la que le basta un empate en casa con el Galatasaray para pasar de ronda.