El Real Madrid fue goleado (0-4) por su gran rival, el Barcelona, en el clásico del Santiago Bernabéu, y encajó su segunda derrota consecutiva, que provocó el hastío de una afición que pidió dimisiones y que desata una crisis por la falta de un patrón de juego, los errores en el planteamiento de Rafa Benítez o la poca actitud de jugadores que quedan señalados.