El Real Madrid se quedó a puertas de la final de Berlín y de poder convertirse en el primer club que reedita título de Liga de Campeones, tras ser incapaz de superar al Juventus italiano en un partido marcado por claves como Álvaro Morata, el agotamiento físico, la falta de puntería y recursos, desaparición de estrellas como Cristiano Ronaldo o la ausencia de un plan b.
Las claves de la eliminación del Real Madrid en semifinales tras el empate a uno ante el Juventus italiano fueron:
1. Morata, el castigo del fútbol: son las cosas que el destino depara en el deporte rey. Le ocurrió en el pasado al Real Madrid con Fernando Morientes y se repitió la historia con Álvaro Morata, madridista convertido en verdugo con dos goles en la eliminatoria que fulminaron el sueño de la Undécima.
A él le empujaron a renunciar a su ilusión de triunfar en el equipo de su corazón tras darle la mejor formación posible. En el difícil salto de la cantera al primer equipo nunca tuvo continuidad ni confianza.
En la Juve demuestra que es un nueve de altos vuelos y ha tenido que ser con dos goles que se clavan a fuego en la historia del club, como los que le infravaloraban hace meses se hayan dado cuenta de que merece la pena ejecutar la opción de recompra.
2. Agotamiento físico: el esplendor del Real Madrid de los récords a final del año pasado desapareció en cuanto aparecieron las lesiones. Algunas, como la del croata Luka Modric, han sido una estocada de muerte para un Real Madrid agotado físicamente por la falta de rotaciones de Carlo Ancelotti.
Futbolistas claves como el alemán Toni Kroos lo han jugado todo en la temporada, hasta encuentros en teoría más accesibles en el Santiago Bernabéu ante rivales de otra Liga. Provocó que las fuerzas estuviesen justas en los indiscutibles en el momento en el que todo se decide y la falta de confianza en el banquillo.
3. Falta de puntería y recursos: el Real Madrid tuvo que realizar 22 intentos para marcar un gol y llegó desde el punto de penalti. La ineficacia ofensiva se fue convirtiendo en una losa imposible de levantar para acabar eliminado con claros síntomas de impotencia.
Gareth Bale fue el que más lo intentó, con disparos lejanos y cercanos, testarazos, asumiendo el protagonismo, pero fue incapaz de superar a Buffon. Los recursos se agotaron en la primera mitad y el fútbol de la segunda fue previsible cuando era obligado marcar para no caer en cuatro semifinales de las cinco alcanzadas de forma consecutiva.
4. Cristiano Ronaldo desaparecido: tras marcar desde el punto de penalti dispuso de la ocasión más clara en un momento que hubiera sido definitivo antes del descanso. Por una vez no fue egoísta y en una clara acción de disparo tras un contragolpe llevado por Benzema, buscó compañero con todo para disparar. Fue la última noticia de un Cristiano desaparecido cuando el Real Madrid lo necesitó. De nuevo no hubo un líder que se echase el equipo a sus espaldas y corrigiese los errores grupales que acercaban una temporada sin títulos grandes para el madridismo.
5. Ausencia de un plan b de Ancelotti: la evolución de la eliminatoria debe mostrar el manual del técnico para adaptarse a los acontecimientos. Ancelotti tan solo hizo un cambio, previsible con la entrada de Chicharito Hernández por un Benzema justo de forma y acabó con Sergio Ramos de nueve. Ni hubo un plan b para superar la defensa de cinco final de la Juventus cuando ya tenía el premio deseado.
Decidió de inicio 'morir' con su estilo, juntando a todos los 'jugones' y por el físico de Isco y James comparado con Pogba, Vidal o Marchisio, se le comenzó escapando el partido. La única solución en el segundo acto fue atacar con más corazón que cabeza, buscar continuos centros desde las bandas que, la mayor de las ocasiones, se estrellaron contra el muro italiano.
6. El regreso del mejor Iker no fue suficiente: la tregua que dio la afición del Santiago Bernabéu a su capitán, respaldado desde que sonó su nombre por megafonía y cada vez que tocó el balón, hizo regresar la imagen salvadora de Iker Casillas.
Con varias paradas de mérito a Marchisio y Pogba permitió que el Real Madrid luchase hasta el final por su presencia en la final. No pudo evitar el tanto de Álvaro Morata, que disparó sin oposición de ningún madridista, lo que impidió que la que se perfilaba como última noche europea de Iker en el Bernabéu fuese redonda.