España completó su fiasco en la Eurocopa 2016 con una derrota en los octavos de final frente a Italia (2-0), con claves como la intensidad y la tensión, la inferioridad táctica, las paradas en los instantes finales del portero Gianluigi Buffon, la peor versión en ataque de La Roja y los desajustes defensivos.