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El Real Madrid firmó en San Paolo su pase por séptimo año consecutivo a los cuartos de final de la Liga de Campeones, en un partido repleto de sufrimiento por repetir ante el Nápoles los errores tácticos que provocan su falta de equilibrio, superado en actitud para estar al borde del precipicio hasta que apareció, nuevamente, la figura salvadora de Sergio Ramos.

Las claves del pase a cuartos de final de la Liga de Campeones del Real Madrid fueron:

1. Ramos, eterno salvador. La hazaña de Múnich, de las finales de Lisboa y Milán en Liga de Campeones. Sus tantos salvadores en el Camp Nou o ante el Dépor. Sergio Ramos ya es el segundo defensa que más goles ha marcado en la historia del Real Madrid.

Su determinación a la hora de ir al remate en acciones a balón parado. Su fe ciega. La potencia imposible de frenar ante rivales que conocen de memoria su acción patentada con Toni Kroos. Nada frena al camero que levantó a su equipo de la lona en San Paolo. Necesitaba un gol para despertar y hacer bueno el resultado de la ida y, a falta de uno, el capitán dejó dos testarazos para acabar con la incertidumbre.

2. La BBC se asocia a la falta de equilibrio. De nada sirvió la exhibición del Real Madrid en Eibar con jugadores que aportan orden y equilibrio. Las ayudas defensivas que realizaron Lucas Vázquez, James y Marco Asensio en Ipurúa desaparecieron con el regreso de la inamovible BBC.

La entidad del partido invitaba a pensar lo contrario, pero Bale y Cristiano no ayudaron ni en los momentos de más apuro. "No sabemos defender", se quejaba el portugués en el túnel de vestuarios al descanso. La realidad es que van al repliegue sin intensidad y dejan en inferioridad siempre a los laterales.

3. Zidane, más importancia a galones que a la táctica. Le salvó de una noche negra Sergio Ramos. Hasta el primer gol del capitán el Real Madrid siempre fue superado por el Nápoles y no tuvo respuesta.

Sabe que la figura de un cuarto centrocampista le aporta mayor dominio del juego y orden en la fase defensiva, pero quitar a uno de los miembros de la BBC de inicio le puede provocar un incendio, Benzema además venía de su mejor versión en la última jornada de Liga.

No lo hizo de inicio Zinedine, pero tampoco reaccionó cuando vio a su equipo superado en todas las facetas del juego. Se amparó a la pegada en alguna acción individual de jugadores de tanta calidad y otra vez más le salvó el balón parado que tantas alegrías le ha dado. Su equipo se parte y debe buscar soluciones urgentes. Casemiro sufrió como nunca intentando tapar agujeros de un equipo largo que genera muchos espacios al rival.

4. Marcelo fuera de forma. La imagen del brasileño desde el regreso de su última lesión dista mucho de la verdadera. No solo ha rebajado sus presencias ofensivas y el desequilibrio que genera en defensas rivales con sus incorporaciones, si no que en labores defensivas es superado con continuidad. Obliga a las coberturas de los centrales y de Casemiro. Un punto más en el desequilibrio táctico que explota el rival. No se le ve fino a Marcelo, lejos de un buen tono físico como para jugar con continuidad. Venía de descansar en Ipurúa y no se notó.

5. Una Champions de pólvora mojada para Cristiano. En las botas del portugués estuvo apagar antes el incendio en la caldera de San Paolo. Por mal que estuviese el Real Madrid, un equipo que ha marcado en 46 partidos consecutivos iba a disponer de alguna ocasión y Benzema lo dejó solo en el primer acto pero Ronaldo extendió su Liga de Campeones de menor pegada.

Es extraño verle a estas alturas con solo dos tantos. Regateó a Reina y chutó al poste. Con todo sentenciado volvió a disfrutar de una clara ocasión que falló para que Morata aprovechase el rechace y demostrase que pone gol a cada oportunidad que recibe.

Se ha atascado en su búsqueda del centenar de tantos en Champions, no acudió a su habitual cita con el gol de octavos de final y su equipo los necesitará en adelante para cumplir el sueño de ser el primero en reeditar título.