La selección española, leyenda tras la conquista de dos Eurocopas consecutivas y un Mundial de por medio, inicia con imagen renovada pero la misma esencia de juego, un reto mayúsculo en la búsqueda de ser la primera en la historia que se corona tres veces campeona, sin fiarse en su primer paso de la República Checa, obligada a huir de la polémica y las dudas.