Quique Sánchez Flores se despidió de su afición tras la victoria de los rojiblancos sobre el Hércules en el último partido de liga que el Atlético disputa en su terreno de juego, el estadio Vicente Calderón. Quique se despidió con triunfo y ovacionado por la hinchada, que le obligó a volver al césped después de haberse retirado ya a los vestuarios.
El entrenador valenciano deja el equipo con una Europa League y una supercopa de Europa en el palmarés, dos triunfos europeos de prestigio, sobre todo el segundo, ganando al Inter de Milán, actual campeón de Europa hasta el 28 de mayo en Wembley, cuando habrá nuevo campeón. Pero Quique se va también después de haberse enfrentado a Diego Forlán, jugador al que ni siquiera convocó para el partido frente al Hércules y no pudo así despedirse de la afición colchonera.
A falta de una jornada para el final de la Liga, un partido en Mallorca, el Atlético tiene asegurada su participación en la Europa League y será finalmente quinto, sexto o séptimo clasificado.