Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, descartó que la final de la Supercopa de España esté sentenciada tras el triunfo por 1-3 en el Camp Nou ante el Barcelona, y aseguró que en el fútbol "todo puede pasar" en una eliminatoria.
"Nosotros no nos vamos a relajar seguro. Nos espera un partido difícil como la ida o más todavía", advirtió Zidane. "En el fútbol todo puede pasar, nunca está sentenciado cuando hay ida y vuelta. Hay que jugar y hacerlo bien porque el Barcelona es un buen equipo que te puede meter en cualquier momento en dificultades, no tengo ninguna duda", opinó.
No desveló el técnico madridista si apostará por las rotaciones en su equipo titular por el poco descanso entre la Supercopa de Europa, la ida en el Camp Nou y la vuelta. Defendió el trabajo del galés Gareth Bale como el de Marco Asensio, sin entrar en ningún debate.
"Los dos están trabajado muy bien, como todo el grupo. Lo que queremos es siempre trabajar bien y luego tenemos muchos partidos, cambios, equipos diferentes siempre todo el año. Nos preparamos para que cuando juega uno lo haga bien", dijo.
Confirmó Zidane que da por cerrada la plantilla, aunque deja una pequeña esperanza a la llegada de algún jugador hasta final de mercado, pero confirmando que jugadores como Marcos Llorente y Borja Mayoral se quedarán y no saldrán cedidos.
"Estoy muy contento con la plantilla, con todos los jugadores, además se van a quedar todos. Hasta el 31 puede pasar de todo, esto no lo controlo yo, lo que puedo decir es que estoy contento con los jugadores que tengo, está clarísimo", aseguró.
Zidane celebró la imagen de su equipo en cuanto han llegado los partidos oficiales, recordando que en la gira dio importancia a otros aspectos por encima de los resultados. "Esperaba esto del equipo. Nos preparamos para ello y al final desde el 8 de agosto competimos muy bien y ganamos con personalidad".
"Los resultados de los amistosos no fueron buenos pero en el contenido había cosas buenas. Ahora que empezamos de verdad estamos contentos de lo que hemos hecho. Esto es largo y ahora vamos al día a día", añadió.
El técnico francés no miró el estado actual del Barcelona, en plena reconstrucción, y se centró en su equipo. "No sé qué les va a pasar y cómo van a solucionarlo pero no me interesa mucho, solo me concentro en mi equipo. Del resto no tenemos tiempo para pensar".
"Solo pienso en el partido de mañana ante un rival con o sin cambios, más o menos débil, pero que va a ser un partido muy difícil ante un Barcelona con mucho orgullo que va a venir al Bernabéu con muchas ganas de dar la vuelta a la eliminatoria. Tenemos que estar preparados para poder conseguir la victoria", sentenció.