Mientras la atención se desvía del fútbol por los bailes de celebración de Vinícius Junior, el brasileño encara el derbi del Metropolitano como gran referente del Real Madrid ante la ausencia de Karim Benzema, en el mejor momento goleador de su carrera -cinco partidos consecutivos- y con un objetivo definido: marcar por primera vez al Atlético de Madrid.
Aislado del ruido. Con una personalidad más que demostrada ante la crítica pese a su juventud, Vinícius sonríe y acepta el desafío con descaro. El que le impulsó para pasar de ser esperanza a convertirse en realidad, de ser un delantero con serios problemas en la definición a pulir ese segundo en el momento clave del golpeo y convertirse en goleador. Sus 22 goles del pasado curso van camino de quedarse cortos ante la dinámica que exhibe en el presente.
Trascendental ante la ausencia por lesión de Karim Benzema, el momento en el que Vini siente que debe dar un paso al frente para liderar a su equipo y lo hace sin presión. Exhibe su fútbol, lanza regates y desafía rivales con empate en el marcador, perdiendo o goleando. Su estilo no cambia, pese a que muchos lo interpreten como provocación cuando un encuentro está sentenciado. Como ocurrió ante el Mallorca cuando la respuesta en forma de patadas provocó el enfado del brasileño.
Parece el único punto a pulir y en el que incide su entrenador Carlo Ancelotti. "Lo importante para él es estar centrado en el partido y lo que tiene que hacer en él", aseguró tras el Mallorca. Desde la zona técnica, durante los partidos, pide cabeza a su jugador para no caer en la trampa del rival y que consigan sacarle del encuentro.
El derbi llega para Vinícius en su mejor momento desde que aterrizó en el fútbol español. Mantiene el mismo fútbol vertical que hace que sus compañeros le busquen en cada momento que se quiere generar desequilibrio, aumentó considerablemente su pegada y al Metropolitano llega en un terreno jamás antes explorado. Ante el Leipzig cerró una racha de cinco partidos consecutivos marcando, siendo clave en la acción que desatascó un partido gris del Real Madrid en la asistencia a Fede Valverde.
Pero la racha sigue abierta en LaLiga, donde ha marcado cuatro goles en las cuatro últimas jornadas aportando en los triunfos ante Celta, Espanyol, Betis y Mallorca. Y tiene ante sí la oportunidad de ensanchar su mejor racha goleadora en la competición española y tachar de la lista de equipos a los que nunca marcó al Atlético de Madrid.
Con un número alto de enfrentamientos ya solo le quedan a Vinicius hacer gol al Athletic Club, que no lo consiguió en nueve encuentros, al Villarreal y al Atleti, en ocho. Siempre especial el duelo ante los de Diego Simeone, el equipo ante el que debutó un 29 de septiembre de 2018, cuando Julen Lopetegui le dio la alternativa en los tres últimos minutos del partido.
Con Santi Solari llegó su primera titularidad en un derbi y solamente Zinedine Zidane le privó de disputar uno en el que estaba en condiciones de participar. En la siguiente temporada de su debut, en el estadio rojiblanco.
Desde entonces ha sido indiscutible en el equipo pero no se ha trasladado a los partidos ante el Atlético de Madrid. Apenas tres titularidades en los ocho duelos, ha asistido pero no ha marcado en 348 minutos ante el gran rival de la ciudad (330 en LaLiga y 18 en la Supercopa). Es una cuenta pendiente por saldar de un futbolista que quiere bailar en el Metropolitano. Le pese a quien le pese. Es su forma de entender el fútbol y la vida.