El Manchester United, pese a jugar con diez más de un cuarto de hora, por la expulsión del brasileño Rafael, sobrevivió en White Hart Lane, donde empató sin goles ante el Tottenham y recuperó el liderato en Inglaterra, en un día marcado por los empates, incluido el del derbi de Liverpool (2-2).
El conjunto que dirige Alex Ferguson acumula ya veintiún partidos invicto y encabeza la clasificación con los mismos puntos que el Manchester City (45), pero con mejor diferencia de goles (+24 por +18).
Wayne Rooney dejó escapar la primera gran opción del partido, en el que su equipo, el Manchester, requirió grandes esfuerzos para salir ileso a causa de una insistencia y control mayores por parte del Tottenham.
El conjunto de Harry Redknapp, con el que se entrenó esta semana el ex capitán de Inglaterra David Beckham, que no ha logrado permiso de Los Ángeles Galaxy para jugar en la Premier League, buscaba hoy acabar con la larga etapa transcurrida desde su última victoria ante los "Diablos Rojos", en 2001.
El ex madridista holandés Rafael van der Vaart estuvo a punto de hacerlo, pero no consiguió definir en los momentos decisivos.
Mientras, el técnico del United, Sir Alex Ferguson, utilizó a la pareja formada por Rooney y el búlgaro Dimitar Berbatov para buscar el gol, que en parte no llegó por la buena actuación del guardameta brasileño de los "Spurs" Heurelho Gomes.
Bajo la intermitente lluvia que caía esta tarde sobre la capital británica, el Manchester buscó alternativas y reemplazó al portugués Nani, poco brillante en este partido, por el brasileño Anderson (minuto 61) y a Berbatov por el mexicano Javier "Chicharito" Hernández a trece minutos del final.
La esperanza de que "Chicharito" repitiera la hazaña de otros encuentros, como el gol de la victoria que consiguió en la recta final del disputado en Mestalla ante el Valencia en la Liga de Campeones, se mantuvo entre la afición visitante pero no esta vez no pudo ser y la expulsión por doble amarilla del brasileño Rafael da Silva (m.74) hizo que el Manchester diese por bueno el punto logrado.
Poco antes, el Liverpool sufrió para empatar (2-2) con el Everton en el 215 derbi disputado entre ambos equipos pese al buen arranque de los "reds", que abrieron el marcador con gol del portugués Raul Meireles, y a la constante presión del español Fernando Torres.
Al cumplirse el primer cuarto de hora, llegó la oportunidad de Torres, que encaró la portería rival, dejó atrás a varios defensores y, en un cara a cara con el meta estadounidense Tim Howard, disparó cruzado y tembló la afición visitante.
El poste salvó al Everton de un gol seguro y castigó al campeón del mundo. Después, el juego fue justo con el Liverpool, que logró su primer tanto precisamente cuando era superior en el campo.
Llegó en el minuto 29, tras dos intentos abortados con maestría por Tim Howard. El portugués Raul Meireles recibió el rechace del segundo balón y esta vez sí, a la tercera, lo situó entre las redes.
Tras la reanudación, el partido se puso de lado de los visitantes. Apenas había pasado un minuto, cuando el francés Sylvain Distin igualó el marcador y dio la confianza que necesitaba el Everton, en el que fue titular el español Mikel Arteta.
En la segunda mitad, el conjunto dirigido por David Moyes tuvo las riendas del partido. Lo volvió a demostrar en el minuto 52, cuando el inglés Jermaine Beckford sentenció ante Reina, con un duro lanzamiento, ante el que no tuvo tiempo de reaccionar.
El Everton dio la vuelta al partido y los ánimos del Liverpool decayeron, más aún para el nuevo técnico del grupo, Kenny Dalglish, desde cuyo regreso al banquillo de Anfield la semana pasada había perdido los primeros encuentros.
La suerte del Liverpool fue que en el minuto 68, el colegiado Dowd, quien sancionó a Reina y Torres con cartulina amarilla, concedió a ese plantel un penalti por la entrada del portero contrario contra el ex atlético Maxi Rodríguez, ejecutado con éxito por el holandés Dirk Kuyt.
Con el empate, Everton y Liverpool son duodécimo y decimotercero en la clasificación, ambos con 26 puntos.
Además del derbi en Merseyside y del acontecido el sábado en Londres (West Ham-Arsenal, 0-3), la jornada 23 de la Premier contó con un tercer clásico: el Birmingham-Aston Villa.
Terminó con un empate 1-1 que supo a gloria al equipo del español Carlos Cuéllar, el Villa, cuando jugaba como visitante y había ido perdiendo hasta el minuto 73.
Con ese resultado, el Aston Villa, dirigido por Gerard Houllier suma ahora 23 puntos, los mismos que el Fulham de Londres y uno menos que su oponente de hoy, pero se sitúa todavía al borde del terreno más peligroso de la tabla tras cumplir la vigésimo tercera jornada de Liga.