El italiano Matteo Trentin del Omega Pharma - Quick-Step, se impuso de forma muy justa al checo Peter Sagan, en el esprint reducido que puso fin a la séptima etapa del Tour de Francia que concluyó en Nancy. El italiano Vincenzo Nibali mantuvo el jersey amarillo de líder.
Es la segunda victoria en la ronda gala del ciclista del Omega, que el año pasado venció en Lyon, mientras que Sagan, que puso a todo su equipo a trabajar para lograr la victoria, sumó su tercera segunda plaza en lo que va de Tour.
NIBALI SIGUE LÍDER
El checo, líder de la clasificación de la regularidad, fue el gran damnificado del día, una jornada que parecía hecha a su medida, porque dos puertos de cuarta categoría en los últimos 20 kilómetros dificultaban a los grandes "sprinters" disputarse la victoria de etapa.
El plan diseñado por su equipo, el Cannondale, salió bien y los Kittel y Greipel fueron abandonando el pelotón principal, en el que sí que estuvieron los favoritos para la general.
Sagan, que había firmado dos segundos puestos, trató la victoria primero desde lejos, en el llano previo a la meta, pero no logró destacarse. En el "sprint" final lanzó las hostilidades, pero se vio sorprendido por un Trentin, de 24 años, que le aventajó en un tubular.
El italiano, noveno en la etapa de los adoquines en este Tour, había ganado este año una etapa en la Vuelta a Suiza. Los últimos kilómetros estuvieron marcados por las caídas que en algunos casos tuvieron incidencia entre los pretendientes al podium de París.
El estadounidense Tejay van Garderen, líder del BMC, se fue a tierra a falta de 16 kilómetros para la meta, en la que entró con 58 segundos de retraso con respecto al pelotón.
Su compatriota Andrew Talansky, jefe de filas del Garmin y vencedor de la pasada Dauphiné, también se fue a tierra en el "sprint" final, lo que no tiene incidencia en la general ya que las caídas en los tres últimos kilómetros en la agregada.
El resto de los favoritos, como el español Alberto Contador (Tinkoff), entraron juntos en el grupo de Nibali, en vísperas de que el pelotón afronte este sábado la primera llegada en alto, un puerto de tercera categoría en el macizo de los Vosgos. Es la culminación de una etapa corta, de 161 kilómetros que comienza en Tomblaine y que es totalmente plana en sus primeros 132 kilómetros, pero que se convierte en muy accidentada en los 30 finales.
En la general, el primer español es Alejandro Valverde del Movistar, octavo, a 2 minutos 11 segundos del lider Nibali. El español aseguraba aliviado, tras soportar "una etapa impresionante y de mucha tensión", que con la etapa de esta sábado en Los Vosgos "empieza otro Tour". "Mañana empieza otro Tour y espero estar bien. No me conformo con ir a buscar una etapa, el objetivo es otro", señaló.
