Tour: Froome, virtual vencedor al resistir el asalto de Quintana

  • Pinot se impone en el Alpe d'Huez con Quintana segundo
  • Valverde rompe a llorar en meta: "El podio en el Tour es algo que he perseguido toda la vida"

El francés Thibaut Pinot (Francaise) tocó el cielo con las manos al imponerse en la cima del Alpe D'Huez, último examen superado por el británico Chris Froome, quien resistió la avalancha de Nairo Quintana y se proclamó virtual ganador del Tour 2015, mientras que Alejandro Valverde aseguró el tercer escalón del podio.

En un final eléctrico, Pinot se convirtió en el tercer francés consecutivo que gana en tan mítica cima. Lo hizo en solitario, haciendo inútil la persecución de Quintana, quien a su vez luchaba por el milagro de despojar a Froome del maillot amarillo.

FROOME, CONTR¡A LAS CUERDAS

Se coronó Pinot, que salvó su Tour tras el tercer puesto del año pasado, pero Quintana, que mostró su mejor versión atacando de lejos y puso contra las cuerdas a Froome, se quedó a 1.12 del objetivo.

Una pena para Quintana, que se conforma con igualar la segunda plaza de 2013 y el maillot blanco de mejor joven, aliviada por el podio de Valverde, que llegó a la cima a rueda de Froome, a 1.38.

Ambos entre lágrimas. El británico "emocionado por una victoria increíble", el español "porque era lo que había perseguido toda la vida". A los 35 años, un premio más a su trayectoria.

Peor recuerdo les quedará a los otros dos favoritos iniciales. El italiano Vincenzo Nibali, perjudicado por una avería en las primeras rampas del Alpe D'Huez, llegó junto a un agotado Alberto Contador a 3.30 minutos. El "Tiburón" finalmente fue cuarto y el madrileño, quinto. "El Giro me ha pasado una factura muy cara. El año que viene volveré con otro planteamiento diferente", dijo Contador.

El último y definitivo examen no aceptaba otro lema que no fuera "Todo o nada". Como dijo Joaquim 'Purito' Rodríguez tras ganar en Plateau de Beille, a veces hay que aplicar la filosofía del Atlético de Madrid. Y eso fue lo que sucedió desde la Croix de Fer, un mítico puerto de 29 kilómetros de ascenso a mitad de carrera donde se movieron las primeras fichas.

ATAQUE DE NAIRO

Los puntos de interés estaban en el anunciado intento a la desesperada de Quintana por amargarle el Tour a Froome y la disputa por el tercer puesto entre Valverde y Nibali. En la Croix de Fer llegó el plan A del Movistar, con un tímido ataque de Valverde que siguió más tarde Quintana. La suma de fuerzas no inquietó al virtual ganador del Tour, que pasó por la cima a 4 segundos.

En la bajada hubo reagrupamiento general en el grupo de favoritos, incluido Contador, quien pasó apuros subiendo. Froome se rearmó de nuevo y cuatro 'Skys' montaron el tren hasta la base del Alpe D'Huez.

Restaban 13,8 kilómetros de ascenso al 8 por ciento de pendiente media, 21 curvas, cada una nombrada con los conquistadores de la cima. La marabunta enloquecida esperaba el mayor espectáculo del mundo en sus cunetas. Un carnaval que se vive todos los años en este santuario del Tour.

Quintana se disfrazó de pirata. ¡Al abordaje¡. Pasada la primera curva, dedicada a Fausto Coppi, ganador en 1952, aceleró Valverde y abrió un pequeño hueco de apenas un centenar de metros. Quintana se unió al proyecto, pero la primera bala fue al aire. Froome, con Porte y Roche de guardaespaldas, anuló el intento.

DUELO EN LA CUMBRE

En el mar de pancartas se animaba a Froome, El león de la sabana, pero también a Quintana, recordándole que "Colombia es un país que siempre sueña". El duelo empezaba.

En busca del sueño que comparte con todo su pueblo, Quintana lanzó el plan B, el definitivo. Despegó a 9 kilómetros de la cima, enlazó con su compañero y compatriota Winner Anacona y a volar. Froome no pudo aguantar el cambio de ritmo de su rival y optó por refugiarse a rueda del inagotable Richie Porte.

Quintana fue abriendo camino hacia la cima, aniquilando a los supervivientes de la escapada del día, hasta quedarse con Pinot como último rival a batir. Por detrás, Froome sufría a casi minuto y medio, aún con margen para salvar el maillot amarillo, pero con la mosca detrás de la oreja.

El ultraligero de Boyacá se dejó el alma en el intento, en medio de la algarabía de público, que apenas dejaba un pasillo de un metro. Entre banderas, gritos y aplausos el líder del Movistar iba soñando con el amarillo, pero la flaqueza de Froome no llegó a la categoría de pájara. Eso sí, terminó extenuado. Le ayudaron a seguir vertical encima de la bici nada más cruzar la línea.

No iba a ser posible ganar el Tour. Así que Quintana buscó la etapa. Tenía que lidiar con Pinot, que se vino arriba ante la emoción de la afición francesa, al ver que estaba a punto de caer la tercera victoria gala en esa cima. La avalancha de Quintana llegó tarde. Tiene 25 años y sabe que tendrá más opciones. Froome divisó París desde lo alto del Alpe D'Huez.

Este domingo el Tour cierra su 102 edición con la fiesta final en los Campos Elíseos de París, un homenaje al vencedor tras un paseo de 109 kilómetros que parte de Sèvres. Los velocistas, a lucirse en la capital francesa.