El holandés Lars Boom, del equipo Belkin, se impuso en la quinta etapa del Tour de Francia, entre Ypres y Arenberg, con siete tramos adoquinados, en la que el italiano Vicenzo Nibali salió muy fortalecido y mantuvo el maillot amarillo.
El ciclista del Astana entró a una veintena de segundos del vencedor de la etapa y sacó ventaja a los otros pretendientes para la victoria final.
El una jornada que registró el abandono del último ganador del Tour, el británico Chris Froome, tras sufrir una segunda caída, el español Alberto Contador perdió casi tres minutos con respecto a Nibali.
El ganador de la etapael holandés Lars Boom, un hombre procedente del ciclocrós, confesaba que "he sonreído esta mañana cuando he visto que llovía".
Boom aprovechó las duras condiciones del clima para imponerse en la quinta etapa del Tour de Francia, con siete tramos adoquinados. "Durante años he soñado con una París-Roubaix con lluvia y he logrado mi sueño en el Tour, justo nueve años después de la última victoria de un holandés en el Tour. Ha sido un día muy especial", dijo el ciclista del Belkin, que rindió así homenaje a su compatriota Pieter Weening, vencedor en Gerardmer.
"Es mi victoria más hermosa", afirmó el ciclista de 28 años, campeón del mundo de ciclocrós en 2008, que estuvo acompañado en el podium por su esposa y su hija, que sacó en brazos a recibir el galardón.
El británico Chris Froome, que hoy tuvo que abandonar el Tour de Francia tras haber sufrido dos caídas era la cruz. "Estoy hundido por haber tenido que retirarme del Tour. Pero la lesión de muñeca y las difíciles circunstancias climáticas me hacían casi imposible controlar la bicicleta", aseguró el ganador del Tour del año pasado a través de la red social Twitter.
El ciclista del Sky, de 29 años, cayó por segunda vez cuando quedaban 70 kilómetros para el final y, según el parte médico provisional, sufre contusiones en el codo, la pierna y la muñeca derechas, además de numerosas quemaduras provocadas por el asfalto.
Era la segunda caída del día, tras la sufrida a los 30 kilómetros, y la tercera del Tour, después de que ayer si hiciera daño en una muñeca tras caer a los ocho kilómetros de la etapa que comenzaba en Le Touquet.
Después de la tempestad se espera la calma en la sexta etapa entre Arras y Reims, de 1994 kilómetros, de nuevo una llamada para los velocistas.