Los 129 años de historia poco laureados del Tottenham podrían terminar esta temporada, en la que una plantilla imparable, progresivamente más internacional y atractiva para las clases trabajadores de Londres no encuentra obstáculos para llegar a Wembley.
Festejos y sustos llegaron hoy a White Hart Lane, ese estadio del noreste de Londres que ya se les queda pequeño a sus dueños, al conocer el cruce de los "Spurs" con el Real Madrid el 5 y 13 de abril en los cuartos de final de la Liga de Campeones, donde será centro de expectación el exjugador merengue Rafael van der Vaart, que ahora combate junto a los ingleses.
Si bien el impacto o temor por la noticia resulta imposible de evitar cuando el próximo rival corresponde al equipo que más títulos de 'Champions' almacena, el Tottenham ya ha demostrado que no es de los que se amedrentan ante las situaciones complicadas.
Su estupendo aval conseguido tras ganar el 2 de noviembre en la fase de grupos por 3-1 al Inter de Milán, vigente campeón de Europa, cambió la imagen del modesto club londinense, cuyo origen se remonta a 1882, cuando un grupo de muchachos lo fundó tomando el nombre de un antiguo equipo de críquet y de una escuela del barrio.
Costó 27 años que el "Hostspur", después rebautizado como Tottenham Hotspur, llegara a Primera División, en la que su presencia fue intermitente hasta finales de los 70 debido a frecuentes caídas de categoría.
La sorpresa fue ya en el siglo pasado un factor muy ligado al Tottenham, que protagonizó en 1961 el primer "doblete" desde el logrado por el Preston North End y el Aston Villa en 1889 y 1897, respectivamente, al ganar la Liga y la Copa de Inglaterra.
Su incursión en la antigua Copa de Europa durante la temporada 1961-1962, bajo las órdenes del técnico Bill Nicholson, había sido la mejor hazaña que podía contar el Tottenham hasta 2010.
Incluso después de registrar aquellas memorias europeas, los grandes rivales del Arsenal volvieron a descender en 1977. Como siempre, sólo fue un tropiezo del que después se repondrían y aprenderían.
Bien aleccionados, los "Spurs" no se enorgullecen de su palmarés, pero sí de haber albergado a grandes figuras del fútbol, como el legendario Paul Gascoigne, que jugó con el equipaje blanco y negro del Tottenham desde finales de los 80 y hasta que en 1992 se marchó al Lazio.
Casi dos décadas después, en la nueva era de los "Spurs", el idolatrado del equipo es Gareth Bale, merecida condición tras el triplete del galés en San Siro el pasado 20 de octubre, que resolvió la ida ante el Inter de Milán con una derrota (4-3) muy válida para los ingleses, que jugaban fuera de casa y habían llegado al descanso perdiendo por 4-0.
Su actuación, igual que la de Peter Crouch, había sido decisiva ya en verano para que el grupo accediera a la Liga de Campeones, por la que tuvieron que pelear duro. Compromiso precisamente no le falta a este plantel, que se adelantó al Manchester City para terminar cuarto en la Premier League el año pasado.
Únicamente la posibilidad de poder luchar en la fase previa para poder competir en "Champions" era un éxito para el Tottenham, por cuyas filas pasó como entrenador entre 2007 y 2008 el manchego Juande Ramos, con Marcos Álvarez y el uruguayo Gustavo Poyet como asistentes.
Su carácter local y humilde, con el que se identifican las clases trabajadoras de la capital británica, y a la vez su capacidad para atraer a algunas de las mejores estrellas del "mundillo" (a principios de este año entrenó con ellos el ex capitán de Inglaterra David Beckham) a su vestuario ha conquistado en el último año el gusto de aficiones, hasta ahora, indiferentes a los hitos del Tottenham.
En agosto de 2010, los "Spurs" tenían un reto, para ellos casi parejo al reciente Mundial de Sudáfrica, y del que finalmente salieron victoriosos al imponerse en el último duelo al Young Boys de Berna para firmar su entrada en la Liga de Campeones.
Ahí empezó su imparable carrera: tres victorias, dos empates y una derrota, cuyo cómputo global le coronó líder de grupo. A continuación, el pase a cuartos de final, por primera vez en su historia, tras eliminar al Milan