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El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, se ha sincerado en una entrevista en el diario As, en la que no regatea ni una sola pregunta. Por su relevancia, transcribimos la entrevista al completo, donde habla de su futuro, de Fernando Torre, de Griezmann, Gameiro, Diego Costa, los fichajes...

¿Desgasta mucho el banquillo del Atlético

Son ya cinco años y medio... Yo me siento feliz, porque la vitamina que me dan los futbolistas a diario es enorme. Eso es lo que me revitaliza. Mire la respuesta que tuvo el equipo el otro día en el partido ante el Sevilla. Eso me genera ilusión.

¿No le pesa que todo se centre tanto en torno a su figura?

Yo la responsabilidad la tuve desde el primer día que llegué. Seguro que no aterricé como el entrenador que luego he demostrado ser, sino como el futbolista que había sido ídolo. Pero ya entonces sentía una responsabilidad mayor a la que realmente tenía. Con todo, la gente veía en mí una revolución...

¿Y está cómodo en ese papel?

En la vida, a más dificultades y mayor responsabilidad, mejor me siento. Y por la respuesta que tengo de los míos, en estos cinco años y medio no me puedo quejar de nada...

Sin embargo, tras la final de Milán dijo que tenía que pensar su futuro. ¿Fue algo espontáneo o meditado?

Llegué a la sala de prensa, tuve que atravesar toda la zona donde festejaban los del Madrid, me senté y sentía dolor. Y se me pasaba por la cabeza que éste sería un año duro, que sería difícil volver a comprometer a mis chicos...

¿Le superó la situación?

No, no me superó, dije lo que sentía, necesitaba pensar. ¿Es tan grave? Piense que si me hubiera querido ir a otro equipo habría tenido 35 millones de razones. ¡35 millones de razones! Y no me fui porque no quise. Porque no quiero. Porque todavía me siento identificado con lo que hago, con el club, porque todavía tengo un apego enorme con el equipo, y entiendo que todavía estamos vírgenes.

¿Lo están?

No tengo duda. El club está en el mejor momento. El Atlético va a mucho más. Si me hubiera ido cinco años atrás, bueno. ¿Pero ahora? El Atlético tiene estadio nuevo, seguro que mejores presupuestos en el futuro. Si Dios nos ayuda entraremos otra vez en Champions para seguir mejorando…

¿Por qué bajó entonces el contrato de 2020 a 2018?

Porque entendíamos que era lo mejor para mí y para la entidad.

¿Para el club, por qué?

No sé… Hubo una mejora de contrato también. Entonces está claro que para el club no es tan fácil sostener al entrenador, tantos años, porque lo tiene que pagar. Obviamente, pagar menos años es menos dañino.

¿Fue por eso más que porque usted quisiera irse?

Y esa reducción no quita que el año que viene, cuando arranque la temporada, nos podamos volver a sentar, y Enrique (Cerezo) o Miguel Ángel (Gil) me puedan decir: “Estás trabajando muy bien, bla bla bla, ¿quieres renovar un año más si te sientes con la capacidad y energía para aguantar todas las situaciones que puedan llegar?

Porque Gabi empieza a ser grande (mayor), Godín empieza a ser grande… Porque empiezan a ser grandes todos. Y en vez de Torres va a ser Gabi, y Godín, Juanfran… Porque le cuento el cuento por adelantado, por si pasa dentro de cuatro años lo que le estoy diciendo, acuérdese de que lo tiene grabado…

¿Cuando negoció la bajada de años en su contrato lo hizo a espaldas de su cuerpo técnico?

Mi cuerpo técnico lo sabe todo.

¿Y a ellos también les mejoraron el sueldo?

Aquellos que crean que yo dejo de pensar en la gente que está a mi lado, es que no me conocen. Es tan ingenuo, que no me conocen. Yo pienso primero en los míos que en mí...

¿Puede asegurar hoy, entonces, que estará en el banquillo la próxima temporada?

Ya se lo dije, que me voy a quedar. Fíjese lo difícil que es jugar en nuestro equipo que desde hace cinco años y medio vienen jugando Juanfran, Gabi, Koke, Godín, Saúl, Tiago… Y lo ilusionante que es decir que lo equilibraremos con los jóvenes: Carrasco, Griezmann, Correa… ¿Vio lo que juega Lucas? ¡Es el futuro del club, es extraordinario! Es una pena que el entrenador, que es Simeone, no lo ponga.

¡Tiene que jugar! Se lo digo yo que soy amigo de Simeone. ¡Tiene que jugar! Lucas está llamado a jugar en el Bayern o el Madrid. Tiene unas condiciones físicas, técnicas, de agresividad, de intensidad… Y es del club, y lo llevamos nosotros, ¿eh?

¿Está satisfecho con Gameiro?

Para mí está en el camino normal que imaginé para él. Lleva 14 goles. Y espero mucho más…

¿Espera más?

Espero que suba más la línea que tiene hoy, que es muy buena. Yo creo que está mejor desde el juego que desde los goles, porque tiene como 15 asistencias. Nos da velocidad, tener la pelota, buenos desmarques, es el que mejor se asocia con Griezmann. Nos da una posibilidad de ataque Gameiro-Griezmann y el rival sabe, al menos, que espacios no te puede dejar.

¿Habría sido la temporada muy distinta con Diego Costa?

Podía haber pasado algo mejor, o algo peor. Lo está haciendo genial en el Chelsea y seguramente es un artífice de lo que le está pasando al equipo.

¿Por qué no se hizo la operación de traspaso de Costa?

El Atlético lo intentó todo, pero en Inglaterra no hay cláusula de rescisión. Diego hizo todo lo posible para venir...

¿Él quería venir?

Sí, sí… Estaba con muchas ganas.

¿En qué lugar deja eso a Gameiro?

Siempre fuimos transparentes con él en relación a lo que pasaba con Costa. Él sabía que era el primero si Costa no llegaba.

¿Qué significa Griezmann para usted?

Es el jugador que más rápido interpreta las lecturas de ataque del equipo. Le das una instrucción y hace tac, le baja la información y enseguida la lleva a cabo. No pierde el tiempo y ataca por ese lado. Es increíble...

¿Es un poco robótico?

No, al contrario, es inteligentísimo. Más allá de todo lo que le da al equipo lee bien por dónde pide el partido atacar.

¿Hay riesgo de que se vaya?

Sí, porque hay una cláusula de rescisión. No hay una seguridad.

¿Ha hablado con él?

El verano pasado. Hablamos mucho y se quedó.

¿Se quedó porque se quedaba usted?

Bueno, eso es lo que me dijo: “Si vos te quedás, yo me quedo”. Y yo le dije que sí, que cómo no me iba a quedar. Y se empezó a trabajar con los representantes para todo lo que había que firmar. Y se quedó. Y de ahora en adelante no sé lo que puede pasar. Lo mejor que le pase al equipo va a ser, sin duda, mejor para los grandes futbolistas.

Porque los grandes futbolistas quieren jugar la Champions y competir hasta el final, y Griezmann es un gran jugador. Y jamás me permitiría exigirle que se quedara. No lo hice con Costa ni con Falcao. A los jugadores que me han dado la vida los acompaño en las decisiones que tomen. Pero está claro que siempre que se quede, el equipo y el club van a seguir creciendo.

¿Por qué Gaitán no es el jugador del Benfica?

El responsable de que no esté rindiendo a su nivel soy yo, porque no le he dado el tiempo ni los partidos para que encuentre su mejor versión.

¿No lo pidió usted?

Sí, bueno, pero elijo a Carrasco, que es otro gran futbolista. Y no pueden jugar uno encima del otro. Por eso digo que la responsabilidad es mía, porque no lo pongo. Y creo que él está respondiendo con la jerarquía que me imaginaba. Porque juega 15 minutos y el tipo entra convencido y comprometido, y eso no es fácil para un tipo de 29 o 30 años. Tiene una historia y viene de ser ídolo en el Benfica…

Gaitán, Vietto, Jackson… ¿Se siente responsable de esas malas inversiones?

Me siento responsable de todo lo que le pasa al club desde hace seis años, así que imagínese qué contento estoy.

¿Necesita la plantilla una renovación profunda?

Hoy no estamos en eso. Cuando termine el campeonato nos sentaremos con Andrea (Berta) y Miguel Ángel y veremos qué es lo mejor para el club.

¿Y la sanción de la FIFA?

Es imposible contestar a ninguna pregunta hasta que no se sepa.

¿Se ve entrenando sin el Mono?

Yo aspiro a que todos los técnicos que comparten el lugar que tiene Germán conmigo sean luego entrenadores. Para mí es un placer ver a un Nelson Vivas dirigir al Estudiantes, por ejemplo. Germán, en algún momento, cuando él lo decida y lo vea oportuno, sabe que conmigo no va a tener ningún problema para irse. Al contrario.

¿Pero se ve sin él?

A ver, yo me veo… ¿Usted me está preguntando si él puede trabajar?

Le preguntaba si se ve sin él, pero sí, River le quiere.

Si no se fuera, seguiría conmigo. Está instalado desde hace siete u ocho años en nuestro cuerpo técnico.

¿Y si usted se fuera del Atlético le recomendaría como hizo Guardiola con Tito?

Siempre sería una buena opción. Pero esa no sería una decisión mía, sino de Germán y del club.

¿Qué significa para usted el Profe Ortega?

Es mi mano derecha absolutamente. El que hace toda la metodología de trabajo. Todo está en su cabeza.

¿Cómo se reparten el trabajo?

Nos juntamos y planificamos. Una cosa es la pretemporada, que es más física, y otra la temporada. El día a día funciona más por peticiones mías: “Profe, necesitamos más presión, más segundas jugadas, que el equipo esté reactivo, que tenga más fuerza al final del partido…”. Y él maneja las cargas durante la semana. Es, sin duda, el mejor profe de Europa.

Torres se ha convertido en una patata caliente para usted. ¿Pidió su fichaje por una cuestión futbolística o por lo icono que es?

Porque lo necesitábamos como futbolista. Entonces estaba Mandzukic y necesitábamos a un jugador de paso largo. Costa se había ido. Lo hablé con él y bastante tiempo con el club, y se llegó a la situación de que viniera. Siempre fui claro con él.

¿En cuanto a qué?

Le dije lo que necesitaba de él. Necesitaba al jugador de fútbol y en Milán no le estaban saliendo las cosas. Nosotros confiábamos en sus características para el equipo: paso largo, juego aéreo, salida a la contra… Pero no venía como ídolo. Porque el ídolo es para la gente, y nosotros buscamos jugadores para el equipo.

¿Y el Fernando ídolo?

Ese está ahí saliendo campeón de la Champions, haciendo 50 goles, no marcando en un partido o estando enfermo en casa. Cuando un tipo llega y mueve 50.000 personas, ese lugar no se lo quita nadie. Después está el futbolista, y eso es lo que se puede confundir…

Y usted maneja al futbolista.

El equipo necesita al futbolista. Y yo estoy contento con Fernando. ¡Si entrena mejor que los jóvenes! Te tienes que sacar el sombrero. Pero eso es paralelo a lo grandioso que es para el Atlético, que es algo que se ha ganado. Yo se lo he dicho: nunca lo puse por ser ídolo del club.

¿Ha visto el vídeo del partido de Riazor?

Sí.

¿Se reconoce dando instrucciones mientras Torres estaba inerte en el suelo?

Me reconozco totalmente. ¡Ese soy yo! ¿Qué puede hacer el entrenador en ese momento? Hay veces que se busca confundir. El entrenador está fuera, ve un golpe y va a protestar al cuarto árbitro. Se queda parado porque no puede entrar a la cancha. La gente entró después.

Yo miro, hay gritos y movimientos raros, y pienso: el jugador se va de la cancha, cambio. Pero se va como se fue Manquillo, con aquel golpe tan grande. Pero en ese momento sabes que es cambio. Yo veo a Griezmann, que estaba fuera de la situación, como Gaitán. Ellos no se acercaron. ¿Qué son, mala gente?

¿Eso le hizo pensar que no era tan grave?

No, a mí me hizo pensar lo que estaba viendo. Hay un golpe fuerte, duro, protesto, me giro y digo: éste sale, cambio. Cuando pasa el tiempo me acerco a ver lo que pasa, ahí está el vídeo. Me dicen que está estable y que se lo llevan, vuelvo y sigue el partido. Ahora, si después queremos confundir… En la vida, los asesinos que no son asesinos quedan presos por ahí porque hay grandes abogados. La vida da para todo.

¿Va a renovar Torres?

Es imposible saberlo ahora.

¿Se lo merece?

Los merecimientos van en consecuencia de lo que necesite el equipo. Cuando termine el año nos sentaremos, como le decía. Yo lo que busco es lo mejor para el club.

¿Quién decide este tipo de cosas?

Seguro que yo. Mire, a la larga asumo la responsabilidad: Si Fernando se va o no se va, la responsabilidad es mía.

¿Pero es así?

Es así, es así… No me abstraigo absolutamente de nada ni tengo miedo porque miro lo que es mejor para el equipo. Y no le tengo miedo a nada. Hablo y trabajo con transparencia, y cuando pasa eso y buscas lo mejor para el grupo no me puedo detener en dos personas, en dos.

¿Echará de menos la magia del Calderón?

Es todo como lo quiera ver. La nostalgia y el amor que se tiene por el Calderón no van a cambiar. Va a quedar en la memoria de todos. Yo estuve once años en el club. Y me tocó ganar alguna vez. Nadie tocará el Calderón, quedará en la memoria de todos.

Pero no podemos dejar de pensar en la evolución. El club está evolucionando para ser más grande dentro de unos años. Los que son más reticentes a este cambio el día de mañana van a cambiar de opinión.

¿El cambio no es malo?

Por qué ha de serlo. Si quiere sacar la nostalgia, el amor y la historia que tiene el Calderón, es imposible. Pero no puede dejar de ver que todo evoluciona. Vaya al estadio del Bayern, al Bernabéu, al Camp Nou.

¿Se va a ir Simeone del Atlético sin ganar la Champions o se va a ir del Atlético cuando gane la Champions?

Ojalá que tengamos la oportunidad de seguir compitiendo como lo estamos haciendo porque es muy lindo. El otro día, cuando entré al estadio, me emocioné. Algo raro (ironiza).

¿Por qué?

Porque el Vicente Calderón tiene una cosa grandísima. Si jugamos a las cuatro y cuarto, cuando salimos al campo pega el sol al otro lado de la grada, y el rojiblanco brilla de una manera tremenda. Preste atención. A las cuatro y cuarto, cuando hay sol, es tremendo. Y ves a la gente con las banderas flamear, el ambiente y la energía que te transmiten… Ojalá que podamos trasladar eso al Metropolitano.