Simeone, ídolo de masas

  • Directiva, afición y plantilla, encantados con su renovación
  • Simeone suma 48 victorias en 74 partidos

Directiva, afición y plantilla del At. de Madrid están encantados con la renovación de Diego Pablo Simeone y sus números le avalan.

Presenta un balance, desde que se hizo cargo del banquillo rojiblanco en diciembre de 2011, de 74 partidos oficiales, con 48 victorias, trece empates y otros tantas derrotas.

En aquellas fechas (diciembre de 2011), el Atlético recurrió a él para sustituir a Gregorio Manzano, destituido tras la eliminación de la Copa del Rey contra el Albacete, el día 21 de ese mes con una derrota por 0-1 en el Vicente Calderón, y con la misión de reanimar a un equipo en crisis: décimo y sin triunfos a domicilio tras 16 partidos de Liga.

Sólo había sumado 19 de los 48 puntos en los cuatro primeros meses de la competición. Unas cifras por debajo de las expectativas y que aceleraron la búsqueda de un nuevo impulso desde el banquillo: la llegada de Simeone, ídolo de la afición en su etapa como jugador y, ese momento, una solución de urgencia para reflotar al equipo.

Dirigió su primer entrenamiento el 29 de diciembre en el Vicente Calderón, aclamado por unos cinco mil aficionados, y se estrenó en partido oficial nueve días más tarde, el 7 de enero de 2012, con un empate sin goles en La Rosaleda, donde el equipo ya apuntó mejoría, sobre todo en el segundo tiempo.

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La reacción del Atlético fue inmediata. En las 22 jornadas que quedaban de Liga escaló hasta la quinta posición (era décimo cuando asumió el cargo), a sólo dos puntos de entrar en Liga de Campeones (estaba a diez en el momento que se convirtió en técnico del Atlético), y fue intratable en la Liga Europa, rumbo al título.

Lazio, Besiktas, Hannover y Valencia, por ese orden, se cruzaron en el camino de un equipo inabordable en Europa. El Atlético ganó los ocho partidos y se plantó en la final en Bucarest, donde, el 5 de mayo de 2012, venció con rotundidad al Athletic (3-0), con dos goles del colombiano Radamel Falcao y uno del brasileño Diego Ribas.

Casi cuatro meses después, el conjunto dirigido por Simeone conquistó otro título europeo: la Supercopa. Fue el 31 de agosto contra el Chelsea de Fernando Torres en el estadio Luis II de Mónaco y con una exhibición ofensiva de Falcao y un planteamiento perfecto desde el banquillo del técnico argentino. El resultado fue de 1-4.

El Atlético de Simeone, que marcó un nuevo récord de victorias consecutivas en Europa, al final establecido en dieciséis, comenzó el curso con una fuerza incontestable. También en la Liga. Al empate de la primera jornada en Valencia con el Levante (1-1) le siguieron ocho triunfos seguidos y el ascenso a la segunda plaza de la tabla.

En esa posición continúa el conjunto rojiblanco en la actualidad. No se ha bajado de ese puesto desde el quinto capítulo de un curso en el que presenta, con 57 puntos, los mejores números del equipo desde el 'doblete' de 1995-96 y se acerca a la clasificación para la Liga de Campeones, la meta primordial para el club madrileño.

También brilla en la Copa del Rey, en la que disputará la final contra el Real Madrid, con sede y fecha aún por concretar, tras deshacerse, por este orden, de Jaén, Getafe, Betis y Sevilla, con cinco triunfos y tres empates, mientras que en la Liga Europa ya ha quedado eliminado: en dieciseisavos de final con el Rubin Kazan.