El Real Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones gracias a dos cabezazos de Sergio Ramos en el comienzo de la segunda mitad (1-3), un doblete que sirvió para desconectar a un buen Nápoles que tuvo el pase a escasos centímetros, pero que acabó sucumbiendo a la pegada del actual campeón de Europa.