La situación del campeón de Fórmula 1, Michael Schumacher, en estado crítico desde su ingreso en el hospital universitario de Grenoble, es "estable", señaló su portavoz, Sabine Kehm, en declaraciones a la prensa.
Kehm, que habló ante decenas de periodistas en el exterior del centro hospitalario, consideró una "buena noticia" que se haya mantenido estable durante la noche y por la mañana.
También precisó que no se organizará una nueva conferencia de prensa a menos que haya una evolución. Los médicos que tratan al expiloto dijeron ayer que se había constatado una "ligera mejoría" en su estado, y que en la noche del lunes al martes fue sometido a una segunda intervención, de dos horas, para evacuar un hematoma que se le había detectado en el área izquierda del cerebro.
No obstante, también indicaron que todavía quedaban "muchas hemorragias" cerebrales, sin entrar en si procederían a nuevas operaciones. El campeón alemán se golpeó contra en la cabeza contra una roca cuando esquiaba el domingo por la mañana fuera de las pistas de la estación de Méribel, en los Alpes franceses, donde tiene una residencia privada.
La violencia del golpe rompió el casco que llevaba, aunque Kehm insistió en puntualizar que no iba a mucha velocidad. Schumacher fue evacuado primero a un hospital cercano a Meribel, pero los médicos allí se dieron cuenta de la gravedad y decidieron trasladarlo, también en helicóptero, al hospital universitario de Grenoble el mismo domingo por la tarde. Allí sigue en coma inducido, entre la vida y la muerte.