Rafa Nadal sufrió una nueva derrota (7-5, 7-6(4)) ante el serbio Novak Djokovic, la séptima consecutiva, para despedirse en cuartos de final del torneo de Roma, quinto Masters 1.000 de la temporada, un número uno exigido pero autoritario que escapó vivo del buen momento del balear.
El de Manacor se quedó cerca, pero sufrió sendas remontadas en cada set ante un 'Nole' resolutivo y con soluciones para todo. Nadal estuvo por delante en ambos parciales, con una gran puesta en escena. Pese a ceder la primera manga, el tenista español volvió a la carga en el segundo set pero dejó escapar cinco bolas para empatar el encuentro para hincar la rodilla en el 'tie-break'.
UN PASO AL FRENTE
En la muerte súbita, Djokovic impuso su ley y volvió a impedir el paso al frente de un Nadal que ya estuvo cerca de imponerse al número uno en Indian Wells este año. En la cita californiana el balear pudo mirar a los ojos a un tenista inalcanzable hasta entonces. Con la llegada a la gira sobre tierra, con los títulos en Barcelona y Montecarlo, Nadal se disponía a dar un paso más en su recuperación.
Sin embargo, Djokovic se llevó un duelo de detalles, de acierto en momentos oportunos. Nadal, que no le saca un set al serbio desde Roland Garros 2014, se despidió de Roma con el consuelo de haber estado más cerca aún de meter mano al mejor. El de Manacor está al nivel de competir y en el Abierto de Francia puede tener una venganza idónea para terminar con la resistencia serbia.
Será el consuelo de pensar en la vuelta al trabajo, donde es incansable un Nadal que demuestra este curso no haberse ido a ninguna parte pese al inusual 2015. Sin embargo, el número cinco del mundo primero lamentará la ocasión perdida de tumbar al mejor. El tenista español tuvo una puesta en escena acorde con el partido, mientras que el serbio volvió a necesitar tiempo para despertar.
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