Rafa Nadal inició con victoria su defensa de Roland Garros al ganar el partido aplazado por la lluvia ante el italiano Simone Bolelli (130º del mundo), y se enfrentará en segunda ronda con el argentino Guido Pella (78). Un deslucido Nadal doblegó al italiano, repescado a última hora de la fase previa por la baja del ucraniano Aleksandr Dolgopólov, por 6-3, 6-4 y 7-6 (9) en un total de dos horas y 57 minutos entre los dos días.
El mallorquín disputó este martes el tercer set después de que el lunes se suspendiese el encuentro por la lluvia cuando tenía una ventaja de 6-4 y 6-3 y perdía el tercero por 3-0. La primera raqueta del mundo nunca estuvo cómodo en pista ante un Bolelli osado, y prueba de ello, es el interminable "tie break" de la tercera manga (11-9).
"FUE UN PARTIDO DIFÍCIL"
Quizá fue el cambio de atuendo en la gira de tierra de batida -del amarillo al azul- o la humedad pesada de la mañana parisina, pero el del Manacor no hiló fino en el debut para la conquista de su undécimo Roland Garros. "Fue un partido muy difícil. Simone ha jugado muy bien", dijo en un improvisado francés el número uno del mundo en la pista.
Nadal se topó con un rival sin nada que perder y que puso toda la carne en el asador. Dejadas, paralelos, el italiano se sacó de la chistera buenos golpes que enredaron al campeón, tanto que casi interrumpe su racha de sets seguidos ganados en Roland Garros. El desempate de la tercera manga lo llevó al límite, cuando contaba un 6-3 abajo, aunque los fallos del tenista transalpino le dieron aire.
Al final el tenista español logró prolongar su racha hasta los 29 sets sin caer. La última vez fue en los cuartos de final de 2016 ante Novak Djokovic. "Todas las rondas son difíciles y él ha jugado muy agresivo", sostuvo Nadal, quien tiene que volver a levantar la Copa Mosqueteros el 10 de junio, si quiere mantener el número uno mundial.
ARRUABARRENA CAE ANTE KVITOVA
Lara Arruabarrena cedió en la segunda ronda ante la checa Petra Kvitova, octava, por 6-0 y 6-4 en una hora y ocho minutos. Arruabarrena, que había logrado su primera victoria en la arcilla parisina en la ronda anterior ante la húngara Timea Babos (37), se vio ampliamente superada por la potencia de Kvitova, especialmente por su saque y golpes desde el fondo de la pista.
La jugadora nacida en San Sebastián en 1992 perdió rápidamente el control del partido al ceder su servicio en el primer juego, por lo que tuvo que ir a remolque el resto de la primera manga. En la segunda, Arruabarrena atacó más y logró contrarrestar mejor los endiablados golpes de la ganadora del torneo de Madrid.
Pero un sprint final de la checa la dejó sin aire y acabó por perder 6-4. Con esta segunda ronda en Roland Garros, la tenista donostiarra mejora las marcas que logró en Wimbledon y los Abiertos de Australia y Estados Unidos, los otros tres Grand Slam.