El River Plate ha logrado con más sufrimiento de lo esperado el billete para la final del Mundial de Clubes al ganar al equipo anfitrión del Sanfrecce Hiroshima (0-1), en un partido en el que los japoneses llevaron la iniciativa y pusieron en serios apuros a unos millonarios que lograron el gol en una acción aislada y vieron cómo su portero Barovero les salvó en varias ocasiones de ser eliminados.