El Real Madrid toma el Coliseum de la mano de su tridente. Dos goles de Cristiano y otro de Bale, todos ellos en la segunda parte, le convierten en campeón de invierno. Y todo ello, con la colaboración de un Benzema inmenso en la jugada que propició el primer gol. Suma y sigue de los blancos, que dejan atras las dudas desatadas las últimas semanas, tras caer en Copa con el Atlético de Madrid.