El Real Madrid hincó la rodilla (87-96) ante el CSKA de Moscú en la novena jornada del Top 16 de la Euroliga, un choque peleado por los de Pablo Laso pero no lo suficiente para tumbar al líder del Grupo F, sustentado por una plantilla infinita y un gran acierto que frenó la buena racha del reciente campeón de Copa del Rey.