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El Levante logró la victoria frente al Rayo Vallecano (1-2), gracias a los tantos en la primera mitad de Koné y Sergio Ballesteros, y sumaron su segunda victoria consecutiva de la temporada que les permite prolongar la buena racha de resultados en Liga, donde sigue sin perder.

El partido, a priori, se presentaba como lo que fue, un duelo muy igualado, puesto que ambos equipos llegaban con idénticos números y con la moral muy alta después del buen arranque que estaban teniendo y que rubricaron en la última jornada con sendas victorias.

De los dos equipos, el que salió más enchufado fue el Rayo Vallecano, que hizo cuatro cambios en el once titular respecto al último encuentro, y aprovechó su condición de local para saltar con un planteamiento táctico muy ofensivo y con una línea de tres jugadores por delante del medio campo, lo que le permitió desde el inicio llevar la iniciativa del ataque y dominar la posesión del balón.

Suya fue la primera ocasión del partido a los cuatro minutos, cuando Pedro Botelho estuvo a punto de rematar un balón en línea de gol centrado desde la derecha por Tito.

Sin embargo, el que se adelantó en el marcador fue el Levante a los nueve minutos gracias a un tanto de Koné, quién logró conectar un cabezazo en el área pequeña a un centro medido desde la frontal derecha por Juanlu.

Esa ventaja en el marcador dio ánimos al conjunto valenciano, que dejó de estar encerrado en su campo y comenzó a multiplicar sus acercamientos a la meta rival cada vez con más peligro.

De esta manera, a los 28 minutos, el Levante consiguió ampliar su renta con un gol de Sergio Ballesteros, que remató de cabeza tras un saque de esquina precedido de un fallo en la cobertura de la zaga rayista.

Con este resultado, al Rayo no le quedó otra opción que marcharse con decisión al ataque, aunque tanto Andrija Delibasic como Piti, los dos hombres más adelantados del equipo, no pudieron crear demasiado peligro a una defensa que se mostró muy segura durante todo el encuentro.

En el descanso, José Ramón Sandoval, técnico del Rayo, movió el banquillo y salió a por todas al retirar a dos defensas, Labaka y Raúl Bravo, y poner sobre el césped a dos centrocampistas, Movilla y Pacheco.

La apuesta táctica no mejoró la imagen del Rayo, al que se le vio falto de ideas en ataque, mientras el Levante cada vez se sentía más cómodo con las ansias atacantes de los madrileños.

El conjunto valenciano se encomendó a la calidad de Barkero y a la velocidad de Valdo para no pasar excesivos apuros, y poco a poco volver a aproximarse a la meta local en alguna acción aislada de peligro de Koné, el hombre más adelantado de los visitantes.

El empuje de los locales tuvo su recompensa a los 71 minutos, cuando Raúl Tamudo logró recortar distancias después de marcar el rechace del portero uruguayo Gustavo Munúa a un penalti que él mismo lanzó.

Esa acción devolvió la moral a los madrileños, que en los minutos siguientes encerraron al Levante en su campo pese a jugar con un hombre menos por la expulsión del brasileño Pedro Botelho, pero el marcador no se movió más y el Levante se llevó los tres puntos de Vallecas.