Jugadores del CDC Moscardó | @CDCMOSCARDO
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El fútbol es una fábrica de emociones y un deporte no apto para cardíacos. La tensión aumenta cuando se trata del fútbol amateur, con menos calidad, más contacto físico y donde cada punto vale su peso en oro. La adrenalina por las nubes juega malas pasadas a unos aficionados que, en ocasiones, pierden los papeles...

Nervios que derivan en malas palabras, en gestos feos o insultos. Ya de por sí actos a evitar por mucho que estén instaurados y 'normalizados' en las gradas, nos preguntamos hasta qué punto llegan muchos aficionados a la hora de defender a sus equipos o desestabilizar a los contrarios en los campos de fútbol madrileños. Además, tras el incidente en Sestao con Cheikh Sarr, portero del Rayo Majadahonda, nos preguntamos: ¿hay episodios racistas similares en los campos de tierra y hierba artificial de Madrid?

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Los diferentes dirigentes consultados por Telemadrid.es de equipos pertenecientes al Grupo 7 de la Tercera RFEF concuerdan en la ausencia de racismo en una división "muy tranquila durante toda la temporada".

"Los clubes estamos muy sensibles, todos tenemos jugadores de color y nos preocupa mucho que los chicos estén bien. Hemos estado muy pendientes porque es nuestra responsabilidad. Tenemos muchos extranjeros y no hemos tenido casi problema por no decir ninguno. Ni en nuestro campo ni en los que hemos estado", declara en conversación telefónica Piero Capponi, presidente del CUC Villalba.

"No he visto ni oído ningún problema en la categoría esta temporada. En general tenemos muchísimos extranjeros y nunca ha pasado nada", reafirma en este caso el director deportivo del Galapagar, Juan Manuel Mourazo.

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El presidente y entrenador del Moscardó, Javier Poves, muestra una de las opiniones más contundentes y definidas: "Aquí hay de todo, somos el Moscardó y ningún jugador se ha sentido agredido en el campo de fútbol. Si hay algún tonto que insulta lo hace para molestar, no porque crea que haya una superioridad de raza. Y el negro que se ofende porque le llaman negro también es tonto".

"No hay racismo en España, he vivido en África varios años y el racismo es un invento de los periodistas", comenta a Telemadrid.es el dirigente, que sentencia en consonancia al pensamiento del resto de presidentes: "No hay racismo en la Tercera RFEF", añade.

Piero Capponi añadía algo parecido sobre la aparición esporádica de insultos racistas: "Muchas veces saben que molesta y son imbéciles más que racistas".

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Isaac Cardoso, presidente del Pozuelo de Alarcón, señala a estos perfiles para, más tarde, incidir en la tranquilidad de la presente temporada: "Otros años ha habido alguna cosilla con la típica gente que ni le gusta el fútbol y van a lo que van, pero este año no recuerdo ningún problema en la Tercera Federación, está todo muy tranquilo".

Ángel Campos, presidente de Las Rozas, tampoco recuerda ningún incidente, ni en su campo, ni fuera de su estadio, aunque reclama un endurecimiento de las sanciones y medidas para terminar de erradicar la plaga: "Hay que tener más mano dura".

Rodrigo Marín, presidente del Tres Cantos, expone que "es un tema muy difícil de controlar; en nuestro caso, muy poco habitual, pero estamos indefensos porque no tenemos una infraestructura profesional, cualquiera puede entrar, decir cualquier cosa y el árbitro lo apunta en el acta".

Los insultos del fútbol

En general, se puede concluir que la situación de la Tercera RFEF es positiva. Con el paso de los años la gente ha mejorado su comportamiento y el racismo es una discriminación muy poco frecuente. Otra cosa son los insultos de otro tipo...

"Cuando vas a un campo de fútbol escuchas insultos; no debería ser así, pero es así, es una realidad. Decir que no sería meter la cabeza debajo de la tierra", afirma José Antonio Pareja, presidente de la RSD Alcalá.

Vergüenza en el Coliseum

Forma parte del pan de cada día, una realidad normalizada: "Insultos sí, a los árbitros, cada fin de semana", reconoce Rodrigo Marín. "Los hemos normalizado, habría que darle una vuelta", opina Piero Capponi.

El más crítico con este tema es Ángel Campos, visiblemente alarmado: "Uno va al campo de fútbol y se transforma en un animal, lo hemos normalizado y no, hay que educar a las aficiones. Los insultos no caben en un campo de fútbol y los jugadores no tienen por qué estar aguantando insultos durante el partido, hay que ser inflexibles".

"No es normal que un niño no pueda ir con su camiseta de visitante a un estadio por miedo; al final ir al fútbol va a ser como ir a la guerra", concluye el presidente de Las Rozas.

Lo peor, el fútbol base

Fútbol Base | EUROPA PRESS

De hecho, los presidentes y directivos entrevistados muestran su mayor preocupación en las categorías inferiores del fútbol madrileño.

"Veo más problemas en el fútbol base, veo mucho fútbol base y nos tendríamos que replantear las cosas y educar a mucha gente. Que la gente vaya al fútbol a disfrutar y no a desahogarse", apunta Isaac Cardoso.

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El presidente del RSD Alcalá, José Antonio Pareja, sigue la misma línea: "Parece que la gente utiliza el partido de su hijo para desahogarse de todos los problemas y frustraciones que acumula durante la semana". Añade que con una cantera con más de 800 deportistas "los familiares aprovechan para jugar a ser entrenador, representante o miembro del VAR... Hay barra libre".

Ángel Campos advierte sobre el riesgo de que la violencia desemboque en un incidente: "Un día tendremos una desgracia con algún árbitro en categorías infantiles, porque hay actitudes de padres que no se entienden" y señala a la Primera División como responsable de ser modelo y ejemplo para los jóvenes.

Vinícius: "Los racistas deben ser expuestos y los partidos no pueden continuar con ellos en la grada"

"Tenemos que dejar de normalizar esta violencia para que las nuevas generaciones no crezcan con valores equivocados. La Primera División es un ejemplo, es el escaparate y los propios clubes deberían implicarse más en la lucha contra la violencia en el fútbol", añade.

Finalmente, Juan Manuel Mourazo señala directamente varios sucesos que han ocurrido durante la temporada: "Este año he visto dos peleas en la grada de división de honor, de padres y a puñetazos. Los partidos de cadetes, juveniles o infantiles son en los que más violencia veo".