El entrenador del Sporting de Gijón, Manolo Preciado, ha asegurado hoy que en ningún momento se había planteado jugar el viernes día 1 de abril ante el Real Madrid y ha matizado que no lo hace "por fastidiar a nadie sino mirando por los intereses" de su equipo.
La ausencia de liga este fin de semana ha motivado que el principal tema de debate en el entorno sportinguista sea la posible intención del Real Madrid, próximo rival de los gijoneses, de adelantar al viernes día 1 de abril el partido para tener un día más de descanso antes del encuentro de Liga de Campeones ante el Tottenham.
Preciado ha manifestado que no quiere "perjudicar a terceros sino defender los intereses del Sporting y de sus aficionados" y ha añadido que no le consta que hubiese petición alguna del equipo madrileño en ese sentido.
El técnico rojiblanco también ha rechazado la posibilidad de que la próxima jornada no se celebre debido al paro convocado por los clubes, del que ha afirmado que no le gusta nada a pesar de que el Sporting es uno de los clubes que votó a favor y ha concluido diciendo que jugarán cuando se les diga.
Preciado ha resaltado los perjuicios que acarrearía la suspensión de la jornada porque supondría al final un parón de casi tres semanas por los compromisos de la selección nacional "en un momento en el que seguramente habrá muchos clubes jugándose muchas cosas, a lo mejor el título y seguramente no bajar".
La primera plantilla del Sporting ha cambiado hoy el escenario de entrenamiento ya que ha ido a la playa de San Lorenzo para realizar un trabajo específico.
Según ha explicado el preparador físico Gerardo Ruiz, "se trata de darle algo de descanso y de oxígeno a los músculos, tras las últimas semanas que han estado cargadas de mucha explosividad".
En la sesión ha participado toda la plantilla a excepción de Eguren y André Castro, concentrados con sus respectivas selecciones, y de Cuéllar, Sastre y Poves, que han trabajado en Mareo para recuperarse de sus lesiones, y Carmelo y Bilic, que han sido sometidos a nuevos exámenes médicos para conocer el alcance de sus molestias en la espalda y en el muslo derecho, respectivamente.
La sesión playera ha finalizado con los jugadores metidos en el agua para realizar una sesión de crioterapia aprovechando las frías aguas del Cantábrico.