Miami Heat se metió en la final de la NBA tras aplastar a Indiana Pacers (117-92) en el sexto partido de la final de la Conferencia Este, gracias a una exhibición ofensiva liderada por LeBron James y Chris Bosh -que anotaron 50 puntos entre los dos- y pusieron el 4-2 definitivo que les mete en la lucha por el anillo por cuarta vez consecutiva.
No hubo sorpresa en el American Airlines Arena de Miami. Los Pacers viajaban a Florida con la obligación de sumar una victoria que llevara la final al séptimo partido, pero se toparon con un Lebron James y con un Chrish Bosh que fueron vitales para que los Heat. El campeón dio un golpe en la mesa para defender su anillo, el que sería el tercero seguido.
SE DESPIERTAN LOS HEAT
Los pupilos de Frank Vogel consiguieron entrar en el encuentro con más ritmo, llegando a conseguir una pequeña ventaja en el inicio del primer cuarto (2-9). Sin embargo, los locales no tardaron en despertar y rápidamente le dieron la vuelta al marcador para liderar el encuentro, algo que mantuvieron hasta el final del partido.
Con un ritmo arrollador, el quinteto de Erik Spoelstra acabó el primer cuarto con 11 puntos de ventaja que fueron ampliando gracias a un segundo parcial en el que pasaron por encima de unos Pacers muy grises. De esta manera, el conjunto local se fue a los vestuarios con 26 puntos de ventaja que les hacia tocar el cuarto título de la Conferencia Este (60-34).
A la vuelta al parqué, sólo Paul George (29 puntos) fue capaz de devolver a los Pacers al partido con dos triples consecutivos en los inicios del tercer cuarto, pero la falta de apoyo por parte de sus compañeros hizo imposible la remontada.
Así las cosas, los locales mantuvieron el dominio del partido y llegaron a ponerse a 37 puntos de ventaja en el último tramo del encuentro y cerrando el duelo con el 117-92 que les vuelve a meter en la final. Allí esperará a Oklahoma Thunder o San Antonio Spurs, que jugarán esta madrugada el sexto partido en una final de la Conferencia Oeste que lideran por el momento los Spurs (3-2).