Patricia González Mota, 'Peque', deja la Selección de fútbol sala con 125 partidos jugados
- Ha marcado 53 goles
La internacional española Patricia González Mota, Peque, puso a una de las etapas más significativas de su carrera como jugadora, que afrontaba en Filipinas el primer Mundial de Femenino de la historia de fútbol sala, al anunciar su despedida de la selección tras lesionarse en los días previos al torneo en Filipinas.
Su marcha, anunciada en un comunicado en sus redes sociales, supone el cierre de un ciclo marcado por la constancia, el sacrificio y un rendimiento que la ha convertido en una figura esencial del combinado nacional.
A sus espaldas, la jugadora madrileña, que está en Manila con la expedición, deja 125 internacionalidades y 53 goles, números que la sitúan como la segunda jugadora con más partidos, solo por detrás de Anita Luján, también ausente en la cita mundialista por lesión, y como la segunda máxima goleadora histórica, únicamente superada por Vane Sotelo.
Patricia González, 'Peque', y su mejor gol, ser proclamada mejor jugadora del fútbol sala
Su trayectoria se ha construido sobre entrenamientos interminables, viajes, concentración y un compromiso inquebrantable con un equipo al que ha representado durante años con un nivel excepcional.
Peque se despide con emociones encontradas y con orgullo por el camino recorrido y la satisfacción de haber formado parte de un proyecto que la hizo crecer dentro y fuera de la pista.
La frase que la ha acompañado en cada convocatoria, “como si fuese la primera, como si fuera la última", adquirió un significado definitivo. Sin saberlo, aquella última foto oficial con la Selección, aquellos últimos días de preparación, marcaron el punto final de una historia que ella misma describe como una de las más bonitas de su vida deportiva.
La madrileña Anita Luján alcanza los 130 partidos con España
La jugadora agradeció los momentos compartidos, el apoyo del vestuario, la complicidad del cuerpo técnico y la fortaleza del grupo, al que se refiere como La resistencia.
Con su adiós, la selección pierde a una referencia competitiva y emocional, pero gana un legado que perdurará en las próximas generaciones. Peque cierra la puerta de la Selección, pero lo hace dejando una huella imborrable en la historia del futbol sala femenino español.
